jueves, 30 de septiembre de 2004

(ante)anoche (II)

En un post de ayer, titulado "anoche", os contaba cómo fui a la filmoteca para ver Final Fantasy. Hoy os contaré la pequeña odisea que pasé para llegar.

El día había sido nefasto en Madrid. En Gran Vía, los teléfonos habían fallado durante 12 horas ("É Madrid, desde as 8 da tarde até as 8 da tarde", debería ser el nuevo slogan), dejando las tiendas del centro de Madrid, las más visitadas por el turismo, sin servicio de pago con tarjeta.

En mi casa (que está a 30 minutos andando desde Callao, el "centro" de la Gran Vía) tuve ADSL toda la tarde, pero no recibí dos llamadas que me hicieron desde móviles. Ya me ocurrió en otra ocasión tener ADSL pero no tener acceso a la Red Telefónica Conmutada.

Digo esto porque quizá la avería telefónica influyó en mi pequeña odisea.
Y es que los semáforos del Paseo del Prado, por donde pasan los automóviles a gran velocidad, estaban en intermitente permanente (aunque eso pueda sonar contradictorio). No había guardia urbano en el lado del Museo, y tuve que hacer valer mi derecho de peatón en el paso de cebra arriesgando la vida en una calzada por donde los autos transitan muy por encima de los 50 kilómetros por hora estipulados en el Código de la Circulación.
Al otro lado del Paseo del Prado sí había guardia. Como en todas las entradas al Barrio de las Letras (volví a ver dos más en Antón Martín, protegiendo los accesos por León y Amor de Dios). Estaba evitando que entrasen coches a la nueva zona peatonal.
Y digo yo, ¿no es más importante proteger las vidas de los peatones que cruzan una calzada por donde los autos circulan a gran velocidad que evitar que unos cuantos visitantes entren a poca velocidad en una zona en la que siempre han entrado pocos coches y lentos?

Ayer los semáforos funcionaron normalmente, o así me lo pareció cuando volví a casa. Hoy volvía a mi casa a media mañana (tengo un horario ventajoso) y encontré que los semáforos del Paseo del Prado estaban apagados. Había una agente de movilidad en la acera del Barrio de las letras (pero sólo en uno de los semáforos, claro) y no había nadie en el lado del Museo. Afortunadamente, el semáforo de Atocha funcionaba, por lo que los coches se detenían al comienzo del Paseo y daban oportunidad de cruzar.

Y digo yo: después de estas cosas, ¿por qué me despiertan ayer con un comentario sobre el hecho de que la Federación Española de Tenis ha descartado Madrid en favor de Sevilla para celebrar la final de un importante trofeo? ¿No se dan cuenta de que el Alcalde de Madrid (sea del signo que sea) es siempre el principal handicap de esta ciudad para organizar cualquier evento?

ANYONE BUT MADRID.



No hay comentarios: