sábado, 25 de diciembre de 2004

La cena...

Y después de lo que os he contado sobre el cava catalán (que estaba escribiendo antes de subir a cenar), os diré que he cenado en casa de unos vecinos y amigos. El cuadro era curioso: mis padres, mis hermanos, mis vecinos, sus hijos y la hermana del vecino. Y la cena ha sido curiosa, entre otras cosas, porque el vino que se ha bebido (dejando aparte un Rioja Montecillo que se han bebido mano a mano mi padre y mi vecino antes de cenar) ha sido un Gurpegui chileno, que no estaba nada mal. Resulta que los vecinos habían estado tomando Gurpegui antes de cenar y les hemos subido a casa unas botellas de Gurpegui chileno que había en la nuestra, procedentes de la participación de una conocida en el premio de pintura de esas bodegas navarras. Luego ha resultado que el Gurpegui de los vecinos también era chileno... ¡si será casualidad! Y, la verdad, no estaba nada mal.
Para más exotismo, el plato principal de la cena ha sido un pastel de choclos, plato típico Argentino, pero que, según la hermana de nuestro anfitrión, no se cocina igual en Argentina. Lo cual me ha dejado un poco intrigado. La versión que he probado llevaba una base de pasta de maíz con huevo, jamón y caramelo, y parece que la aprendieron la cocinera y su madre de un italiano, pero este detalle no ha quedado claro. ¿Algún argentino por ahí que nos oriente acerca de la versión canónica de este plato?

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