miércoles, 9 de febrero de 2005

Miércoles de Ceniza

Otros aún celebraban la algarabía del carnaval mientras Marcial Gómez asistía a misa y escuchaba, con el corazón acongojado, el sermón que predicaba la humildad, el arrepentimiento y la mortificación de la carne, temas propios del tiempo de cuaresma. Llegado el momento, se acercó al sacerdote y dejó que trazara una cruz con ceniza sobre su frente. No ignoraba el clérigo que era pecador aquel que estaba bendiciendo: hombres buenos no quedaban ya en el mundo. Pero nunca hubiera sospechado que aquel feligrés en quien todavía parecía quedar algo de fe sería capaz de conducir veinte kilómetros hasta su chalet de la sierra, donde tras ungirse con la parafina que guardaban para la estufa, tomaría asiento en mitad del hogar y desesperaría entre las ardientes llamas que recuerdan a los suicida que su destino es el infierno. Polvo eres y en polvo te convertirás.

2 comentarios:

Raddle dijo...

Para el día que es, muy apropiado el microrelato. Me ha gustado su tono pesimista. Un relato.

Anónimo dijo...

Lo malo es que, si buscas &lquo;"Cuento del miércoles" site:josemoya.blogspot.com&rquo; en altavista, verás que el tono pesimista es una constante en los relatos de esta sección.