martes, 31 de octubre de 2006

Quedan 4 horas para NaNoWriMo

Os recuerdo a todos y todas que ya sólo quedan 4 (cuatro) horas para que dé comienzo en nuestra franja horaria ese festival de locura, estrés y creatividad llamado nanowrimo. A mí me pillará corrigiendo exámenes o moviendo muebles, pero a vosotros podría encontraros en una silla, con una pluma y un montón de hojas en blanco ante los ojos. Animáos y tratad de escribir algo, sin mirar atrás. Si tenéis dudas, pasáos por Nanowrimo en español, donde os echarán una mano.

lunes, 30 de octubre de 2006

Programas de cocina

Me encantan los artículos y programas de cocina, y más ahora que ya no son un "con las manos en la masa" donde se explica cómo cocinar alimentos para comer todos los días (¡por Dios!, ¿todavía hay alguien que cocine para su vida diaria?) sino una especie de festival de algo que no puede ser gula (aunque es cierto que para comerse tales platos hace falta no tener hambre) sino una especie de lujuria gastronómica.

Me encantan, digo, por esos momentos espectaculares en que indican que una exquisita receta llena de ingredientes exóticos sólo vale dos euros (seguro, pero, ¿quién va a conseguir que le vendan la cuarta parte de una carambola o cinco huevas de caviar?) y también por esos patinazos en los que a los cocineros que se las dan de sabelotodos se les ve el plumero de repente (no más que a mí mismo en otras ocasiones, eso es cierto).

La última fue el sábado, en «Vamos a cocinar... con José Andrés». Después de mostrarle a su invitado (un tal Tonino) un Rioja, y ensalzar las cualidades de la uva tempranillo con que estaba elaborado, y añadir que aquel Rioja en cuestión llevaba, además, otro tipo de uva (creo que se refería a la viura, pero quizá fuera otra) y comentar que tal uva era blanca, el invitado le pregunta:

—Y entonces, si lleva uva blanca y uva negra... ¿por qué el vino es tinto y no rosado?

A lo que José Andrés no supo contestar. Imagínense: ¡estudiar las cualidades que aporta cada tipo de uva, y no saber que el color tinto lo aportan los taninos del pellejo de la uva, indistintamente del color de ésta! Vamos, que me salió la vena riojanica, oiga. Pero, aunque me estuve partiendo la caja durante todo el programa, hay que reconocer que, en un país en que todavía hay muchos que piensan que el rosado y el clarete son mezclas de tinto y blanco, se les pueden disculpar a José Andrés y Tonino lapsus como éste.

Frases para El Roto (I)

(Cualquiera de las siguientes frases podría aparecer en un chiste del roto, aunque tampoco quedaría mal en una camiseta)

Estoy a favor de estar en contra.

Sólo sé que ni siquiera sé nada.

Odia a España sobre todas las cosas, y al prójimo como a ti mismo.

(Se nota que estoy optimista, ¿verdad?)

domingo, 29 de octubre de 2006

¿Autónomos asalariados?

Hace un par de minutos, en CNN plus, he escuchado en dos ocasiones distintas la palabra "asalariado" (como sinónimo de "trabajador") para referirse a los autónomos. Si es cierto que hay falsos autónomos, como los abogados e ingenieros que trabajan en grandes bufetes o consultoras con contrato mercantil, que sí reciben un sueldo fijo, en el programa de CNN plus se referían a los "autónomos de verdad" (habían entrevistado a un par de ellos antes de pronunciar la palabra que ha suscitado mi atención).

No me gusta recurrir al DRAE, pero voy a hacerlo porque en él se recoge la definición de salario como "remuneración regular" y asalariado como "aquel que percibe un salario por su trabajo". No tengo el Corominas a mano, pero creo recordar que "salario", "sueldo" y "soldada" se han referido siempre a ingresos fijos (como los que percibían los miembros de un ejército), y no a los variables ingresos que perciben, según los azares de la economía, quienes tienen un negocio.

Precisamente el problema que se discutía en la noticia en cuestión tiene que ver con esta sutil diferencia: ¿Qué pasa cuando un autónomo no puede trabajar? Que no cobra dinero, pero ha de afrontar los gastos (estos sí suelen ser fijos) de su negocio. El nuevo estatuto del trabajador autónomo quiere incluir prestaciones por desempleo y baja laboral para los autónomos. Pero, ¿cómo estipular una prestación para aquel que no tiene ingresos fijos? Desde hace unos años, es el autónomo quien debe estimar cuánto desea pagar para cubrir sus bajas, y sospecho que tiende a pagar lo menos posible.

Especialmente si es uno de esos "falsos autónomos" de los que he hablado antes. No crean que sólo los hay en profesiones supuestamente bien pagadas como la abogacía: muchos recién licenciados acaban en puestos con contrato mercantil, ejerciendo las labores más pintorescas. Y encima se dan con un canto en los dientes, pues, aunque sea mercantil, tienen algún tipo de contrato, algo que ya quisieran muchos trabajadores del ladrillo o del servicio doméstico.

domingo, 22 de octubre de 2006

Una niña modélica...

La semana pasada he puesto los primeros exámenes (evaluables) de este curso, pero debido a mis diversos compromisos con la sociedad y el instituto (evaluaciones iniciales, cursillos...) he tenido las tardes demasiado ocupadas, así que hasta hoy por la tarde no me he puesto a corregir el examen que puse el jueves.

Lo primero de todo es que me he llevado una decepción. Los exámenes, habéis de saber, no sólo evalúan los conocimientos del alumno. En general, evalúan el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por tanto, que casi todos los alumnos fallen en aspectos que yo consideraba bastante asentados indica que debí incidir con más fuerza sobre ellos. Generalmente, se trata de cosas que yo di por sabidas después de lanzar preguntas abiertas en clase (método un tanto peligroso: los voluntarios para contestar suelen ser alumnos que saben la respuesta correcta) y confirmar mis impresiones interrogando a los no-voluntarios. Mmmm... Debo repasar de nuevo la clasificación acentual de las palabras, la determinación de la raíz de las palabras y un sinfín de cosas. Mal asunto.

Pero, así como me he llevado una decepción en cuanto a los resultados de mi propia práctica, me ha esperanzado bastante el caso que relataré a continuación.

Generalmente se supone que los inmigrantes tienen todas las de perder, y si su lengua materna no es el castellano, entonces el suspenso está asegurado. Hasta ahora, cuando veía buenos alumnos entre el colectivo de lengua nativa extranjera, había que irles ayudando bastante. Especialmente en la asignatura de lengua, en la que se supone que hay que valorar especialmente la redacción, la ortografía y otros detalles. Todavía recuerdo con cariño a aquel alumno rumano que suplicaba que, por favor, le pusiera un 8 en lugar de un 7,50 porque esa nota era "una deshonra".

Por eso me ha llamado la atención que, entre exámenes mediocres de españoles e hispanoamericanos, apareciera un examen de una niña de habla no española que ha respondido muy correctamente a todas las preguntas, con una redacción impecable, buena letra y, sobre todo, sensatez más que evidente (característica esta última que escasea entre los estudiantes que realizan exámenes, quizá por los nervios). Sus respuestas sobre la pregunta de comprensión de textos que antecedía a la prueba eran muy superiores a las de muchos compañeros; su ortografía era excelente, excepto en un caso en que supongo que ha transcrito mi defectuosa pronunciación de una palabra. Lo único que fallaba era el apartado de redacción, donde aun así ha salvado las apariencias.

Viendo su examen me asaltan las preguntas: ¿Qué hacen los demás niños, los que podrían aprobar con dedicarle quince minutos al día? ¿Será que sólo lo aprendido con esfuerzo se recuerda? No lo sé, pero cosas como esta son las que me convencen.

lunes, 16 de octubre de 2006

Contrafactum

(Supongo que todos conocéis el original)

De lo poco de vida que me resta
diera con gusto los mejores años,
por saber lo que a otros
de mí has hablado.

Y esta vida mortal y de la eterna
lo que me toque, si me toca algo,
por poder con la vara
darte un porrazo.



Y todavía es lunes.

domingo, 15 de octubre de 2006

Nanowrimo 2006

De nuevo calienta motores NaNoWriMo, ese evento anual que concentra a quienes estén dispuestos a demostrar su capacidad para idear una historia y redactarla en forma de novela de 50000 palabras en el espacio de un mes.

Es un interesante reto en el que os animo a participar, aunque en mi caso no sé si, después de "perder" durante dos años (los resultados pueden verse en mis otros blogs: libreros.blogspot.com y relatomarco.blogspot.com) seré capaz de engancharme de nuevo. Aun así, creo que picaré, pero quizá me convenga, primero, un poco de calentamiento. Por ejemplo, podría tratar de concluir las historias de los otros dos años... Oh, qué pereza.

lunes, 9 de octubre de 2006

Podría ser peor


Dicen que sólo la indiferencia es peor que el odio. Alegraos, queridos, pues todavía siento odio.

sábado, 7 de octubre de 2006

Explotación infantil en España

Lejanos ya en el tiempo aquellos años, allá por la década de 1980, en que todavía la industria textil y zapatera de España podía competir con China recurriendo al trabajo de niños, puede parecerle al lector extraño que dedique un artículo a hablar de la explotación infantil. Y es que uno tiende a asociar "explotación infantil" con esos niños sirviendo en el bar o la carnicería de sus padres, todavía tan habituales en el mundo rural, o con los niños mendicantes que asaltan a los turistas junto a las estaciones de tren. Vaya por delante que en España estamos todos de acuerdo en considerar ilegal estas formas de trabajo.

Dicho lo cual, queda considerar que todavía existe un ámbito donde los niños todavía pueden trabajar legalmente: el mundo del espectáculo. Nadie se rasga las vestiduras al ver niños anunciando pañales, alimentos, teléfonos, bancos, automóviles. Nadie cuando los ve protagonizar películas y series de televisión, cuyos guiones suponemos que habrán de estudiar en largas jornadas, en detrimento de otras enseñanzas. Por ello me ha resultado interesante conocer, a través del Periódico El Mundo (8/10/2006) el caso de la niña C.V., cuyo verdadero nombre puede averiguarse buscando en google el texto que aparece en la foto de la página web que ilustra el artículo (la página ha sido eliminada de la red, pero el nombre está en el URL que encuentra google).

El caso de explotación, lamentablemente, habría pasado desapercibido a los espectadores de series como "Casi perfectos" o "Javier ya no vive solo" si no se hubiera cruzado por medio un caso de divorcio y el interés del padre por recuperar la custodia de su hija. Las horas de rodaje con fiebre, las faltas de asistencia a clase (que a los padres de cualquiera de mis alumnos podrían haberles supuesto importantes sanciones económicas y, en el caso de los más desfavorecidos, la retirada de las ayudas públicas), las vacaciones pasadas de casting en casting, tienen un aspecto totalmente infernal. Más, el hecho de que el padre recibiera un sms de la niña denunciando que su hermano había sido castigado por revelar al padre que estaba haciendo un nuevo anuncio.

Cabe considerar que el trabajo de los niños actores, aunque generalmente deleznable (para un solterón como yo no hay mejor reclamo para apagar la tele que un niño actuando), no siempre se da en condiciones de explotación. No me parece recordar que mi amigo Pedro se sintiera explotado (más bien le encantaba salir bailando en los anuncios de juguetes, lo que nos causaba vergüenza ajena), pero hay que reconocer que, cuando menos, era un niño extraño. La sensación de explotación comienza a aparecer cuando lo que era un juego se convierte en una obligación: conocí el sentimiento cuando en el instituto de la Colonia Manzanares dí clase a algunos chicos deportistas de alto nivel, cuyos compañeros "normales" recordaban a quienes habían tenido que dejar Madrid, víctimas de una lesión o de algún fracaso personal o deportivo. Y he sabido de deportistas que dedicaban largas horas de la tarde a prepararse para triunfar en el fútbol, la danza, la música. Pero, por lo menos, éstos tenían ya sus quince o dieciséis años. Sí, ya sé que a los soviéticos les funcionaba. Pero, en un mundo donde son tan pocos los elegidos, ¿no es una crueldad robarles así los mejores años de su vida?

viernes, 6 de octubre de 2006

La absurda manía de recurrir al diccionario

Últimamente, y quizá a partir de la apertura del sitio Web de la Academia, son cada vez más los plumíferos y chupatintas que adornan sus artículos con citas del diccionario. Vicio propio de la escolástica educación de abogados y otros humanistas, la cita definitoria se ha convertido, gracias a la incapacidad para distinguir diccionario de enciclopedia, en un molesto parásito que puebla los artículos periodísticos.
Así, por ejemplo, se ven artículos discutiendo la naturaleza del ácido bórico en base a la definición que de él da el Diccionario de la Real Academia, un diccionario que sólo pretende aclarar la acepción de la palabra, y no estudiar su referente. Y menos aún, dar todos los posibles usos del mismo. En caso contrario, ¿no se preguntarían por qué hay gente que estudia química?
Desde luego, si ese es el nivel intelectual de los periodistas, no me extraña que triunfe la blogosfera: sus fuentes son tan patéticas como las del periodismo de papel, pero, por lo menos, puedes dejarle un comentario al autor diciéndole que es un impresentable.

jueves, 5 de octubre de 2006

Tenéis que verlo

Sí, ya sé que en internet hay muchas cosas de estas, pero si queréis ver acción de la buena, no os perdáis Terminator contra Robocop, de AMDS. Por cierto que el autor tiene en su página web un link a un artículo en una página web española en que podéis ver una interesante lista de fanfilms.

vía microsiervos

Estándares

Una cosa que me joroba en el mundo de la informática es el hecho de que para varias cosas absolutamente simples no haya todavía ningún estándar.

Así, cuando me compré el Pentium III con que reemplacé el 486, descubrí que el teclado había cambiado la ubicación de la tecla "Ç", cambiando la forma de las teclas "Borrar-Atrás" y "Retorno". gracias a ese pequeño cambio, totalmente inconveniente, me hacía un lío cada vez que quería escribir "}", signo absolutamente imprescindible a la hora de programar en C, javascript y otros lenguajes que reside en la misma tecla que "Ç". Pero ese cambio quedó diluído en el horror que me produjo la incorporación de las teclas "Windows" y "Menú", que ocupaban el espacio donde estaba acostumbrado a encontrar "ALT" y "ALT GR", y acortaban el tamaño de la barra espaciadora. Todo un lío para quien está acostumbrado a escribir sin mirar el teclado y sabe que la función de la tecla "Windows" se puede ejecutar con "CONTROL-ESC".

Ahora, he comprado un nuevo ordenador. Con su chasis (que recibe el vulgar nombre de"caja" en jerga informática) se incluían el teclado, un ratón y unos altavoces. Lo aceptamos, sin mirar primero la distribución del teclado. Error.
Este teclado vuelve a la distribución "razonable" de las teclas ("{" junto a "}"), pero introduce una modificación exasperante, debido a que no parece que no hay un estándar sobre dónde ubicar las teclas de Apagado/Encendido. Así, donde mi ordenador anterior tenía:
ImprPánBloqDespPausa
 
InsertInicioRePág
SuprFinAvPág
PowerSleepWakeUp


Ahora tengo:

PowerSleepWakeUp
 
ImprPánBloqDespPausa
InsertInicioRePág
SuprFinAvPág


Os parecerá una nimiedad, pero en cuanto comencéis a preguntaros por qué os vais al final de la línea cuando pensábais que pulsábais "Inicio", o por qué de repente no se borra algo, y pasáis al modo de sobreescritura, o por qué la página próxima se parece tanto a la que ya habéis leído, descubriréis que colocar las teclas "Insertar-Inicio-RePág" donde en otros teclados van "Suprimir-Fin-AvPág" es una auténtica putada.