viernes, 29 de mayo de 2009

"Cambio de política" en ebay y prácticas monopolísticas

Hoy abro mi correo electrónico y me encuentro un mensaje bastante denso sobre cambios de política comercial en ebay. A diferencia de lo que sucede otras veces, esta vez se me muestran de un vistazo dos o tres puntos esenciales del cambio de política. Uno de ellos es la necesidad de cuenta paypal para los vendedores con pocas estrellas. Otro es la necesidad de especificar tiempo de envío en todos los productos.

Aunque pueden parecer simples medidas de protección al consumidor, la verdad es que estas medidas rompen totalmente la utilidad de ebay para los pequeños vendedores ocasionales, que son quienes (se supone) deberían trabajar con lo que hoy es una vorágine de comerciantes con excedentes invendibles, fábricas con overstock y, de vez en cuando, acaparadores de mercancía en supermercados.

A los pequeños vendedores se les va a exigir lo que hasta hace poco sólo se les sugería: que tuvieran una cuenta de vendedor en paypal, empresa perteneciente al mismo grupo que ebay (y que ofrezcan paypal como método de pago, claro está).
Así el cliente puede recuperar su dinero si está insatisfecho, es cierto, pero también lo es que ebay gana doble (por un lado, las comisiones de venta en ebay; por otro, las del pago con paypal).

Indignado, he luchado con el sistema de envío de mensajes a ebay y he escrito el siguiente. Espero no haberme pasado:




Estimados señores:
Acabo de leer hoy, 25 de mayo de 2009, a las 18:50 horas (UTC+2), su mensaje sobre la actualización de condiciones de Ebay.

Me llama la atención especialmente la cláusula que exige pago con paypal a los vendedores con pocas estrellas. Tal cláusula me parece abusiva, y es evidente que responde, más que a un afán por proteger a los compradores, al hecho de que paypal y ebay pertenecen a la misma sociedad. Me pregunto si han considerado ustedes que podrían enfrentarse a una demanda por monopolio por parte de un grupo extenso de pequeños vendedores, puesto que otros sistemas, como el contrareembolso y las fianzas (escrow), permiten también cierto control al receptor sobre su compra.

Es cierto que las estrellas manifiestan la reputación de los vendedores, pero ¿no deberían modificar el sistema, de forma que el número de estrellas tuviera en cuenta el número de ventas realizadas, y exigir un 75% de estrellas y menos de un 1% de insatisfacciones? Con el sistema actual, es imposible que tenga más de 50 estrellas un vendedor ocasional, que vende de cuando en cuando los artículos que ya no usa --el tipo de vendedor al que suelen ustedes referirse en su publicidad hacia consumidores finales-- . Tales vendedores, por cierto, es posible que tampoco conozcan los plazos habituales de envío del correo internacional de sus países, un requisito que también exigen ustedes en su nueva política.

Tengo una cuenta de vendedor con ustedes, y comprendí pronto después de mi primer intento de venta que el sistema de estrellas hacía prácticamente imposible promocionar un buen producto si no se era un vendedor habitual. De hecho, como sabrán ustedes, han florecido los "expertos en venta por ebay", que no son sino intermediarios que acumulan las ventas individuales de diversos particulares, destruyendo con ello uno de los pilares de la venta por internet: la reducción del número de intermediarios entre el productor y el consumidor. La verdad es que llevo tiempo pensando en cerrar mi cuenta de vendedor de paypal, pero hasta ahora no había encontrado un buen motivo.

Por cierto, también soy usuario de Paypal con cuenta de vendedor. Y estoy pensando también en cancelar dicha cuenta.

Atentamente,

J. G. M. Y.,
Madrid - Spain - EU

P.D. La página de atención al cliente funciona como una cafetera. He tenido que cambiar el subtópico de "Qué cambia en tiendas ebay" a "Convertirse en vendedor" para que apareciera la casilla para ingresar el correo electrónico, que es exigida después de pulsar el botón "siguiente pantalla". No hacen ustedes sino darme excusas para irme a otra página. Todocolección.com tiene muy buena pinta. Quizá me mude allí.


(Sí, el P.D. también está en el mensaje que he enviado. Lo que no he puesto en mi mensaje es que después de mi primera venta en ebay (1) (2), que terminó con la venta de un póster histórico a un precio irrisorio respecto de sus gastos de envío —reales—, llevo años desaconsejando a mis amistades el uso de ebay como mecanismo de venta a menos que, como digo arriba, tengan muchos productos para vender o puedan permitirse ceder la venta a un "experto". Pero, claro, si vas a vender una edición rara del Quijote, lo mismo te da ir a un "experto" que llevarlo a Subastas Retiro o a Durán.)

lunes, 25 de mayo de 2009

Derechos de los mayores

Hoy tocaba ver las noticias de Telecinco. En la respetable cadena en tiempos perteneció a un señor que a su venerable edad sigue persiguiendo adolescentes (según cuentan su esposa en trámites de divorcio y los medios), un pequeño reportaje sobre el peligro que suponen los ancianos conduciendo.

Es cierto que muchos de ellos carecen de reflejos, y que su vista ya no es lo que era. Lo suelen paliar conduciendo mucho más lento (llegan a conducir a 80 por esas carreteras de 100 donde todos vamos a 140), y el resto de conductores se desespera. Sin embargo, no creo que poner el grito en el cielo y exigir la retirada del carnet a cierta edad sea la solución. Al fin y al cabo, el ancianito de la noticia no tiene muchos años más que el señor italiano al que me he referido en el párrafo anterior. Y además tenemos el problema de la población rural, una población envejecida que en muchos casos no puede llevar una vida normal si carece de automóvil.

Piense la periodista si, cuando ella se jubile a los 70 años (si no la prejubilan antes a los 45, lo que, tal y como están los medios, podría suceder, y en el estado actual de la Seguridad Social podría incluso suponer un golpe de suerte), le gustaría que, simplemente por su edad, y sin reconocer primero sus aptitudes, se le retirase el carnet. Y piensen todos en la dificultad de evaluar lo más obvio, como se vio en este artículo antiguo que se pone de actualidad ante la inminencia de las elecciones.

10.000 visitas...

Llevaba tiempo pensando en hacer un artículo para celebrar mis primeras 10.000 visitas y, para cuando me he querido dar cuenta se me ha pasado la vez. El miércoles, después de escribir el cuento, vi que llevaba ya 10.700, pero me dio fiaca (que dirían los argentinos) y decidí dejarlo para el día siguiente. Pero, a un ritmo de 80-90 visitas al día, ¡ya llevo 101.000!
Eso sí: todo hay que aclararlo. La mayor parte de las visitas vienen de búsquedas absurdas en google como "poemas de un aprendiz a su maestro" o "ventajas de la escritura" (podéis leerlas pulsando en el contador, a la derecha del blog, en el apartado "pegatinas"), y no se quedan aquí. Por último, he de añadir que el mismo contador computa las visitas a las Cartas del Vampiro, pero eso raramente llega a sumar más de una visita al día.

(Por cierto, tengo pensado eliminar mi artículo sobre Scribd porque me produce demasiado tráfico y, por otro lado, puede traerme represalias. ¿Creéis que debería hacerlo?)

domingo, 24 de mayo de 2009

El tamaño de los discos duros...

Es curioso lo que ocurre con el tamaño de los discos duros. Un procesador de textos (entendámonos: no un programa multifunción como emacs, word u openoffice, sino un procesador de textos que sólo sirva para escribir) no debería ocupar una gran cantidad de espacio, y una novela de 300 páginas en formato ASCII cabe en un disquete de 1,44 mb, menos de lo que ocupa una pequeña ley en formato PDF. Sin embargo, nuestra manía de usar imágenes y sonido, el desarrollo de aplicaciones cada vez más complejas (que en muchos casos añaden funciones inútiles, como la posibilidad de dictar texto pero sólo en inglés en una aplicación dirigida al mercado hispanohablante), y el afán por almacenar videos y todo tipo de multimedia pueden agotar vertiginosamente el espacio de un disco duro.

Recuerdo mi emoción cuando incorporé el primer disco de 500 megas a mi 486. ¡500 megas de juegos! Tardé bastante en rellenarlo, hasta que llegaron Windows 95 y los juegos diseñados específicamente para CD-ROM. Ahora, acabo de comprobar estoicamente cómo se ha llenado un disco casi mil veces mayor, de 400 gigas, insertado en mi grabador de televisión digital, cualquiera de cuyas grabaciones es cuatro veces mayor que el espacio que, hace quince años, me parecía tan grande.

Esperaba no tener que hacer operaciones de mantenimiento hasta julio, mes en el que tendría gran cantidad de tiempo libre para eliminar anuncios, pasar grabaciones a CD-ROM y decidir qué capítulos de las series mantener en el disco y cuáles borrar por repetidos o defectuosos. Ahora sólo me queda la disyuntiva de eliminar elementos superfluos (por ejemplo, una serie documental cuyos episodios, emitidos a las mil, todavía no he visto) o abandonar mi manía de grabar automáticamente las series y verlas días después de su emisión original.

jueves, 21 de mayo de 2009

Este jueves, el cuento del miércoles: Derecho a matar (I)

(Escribo mi cuento del miércoles a última hora de un jueves, y encima con un engaño. Porque realmente esto no es un cuento, sino una verbalización de una idea a la que voy dando vueltas en la cabeza desde hace unas semanas, y que seguramente continúe en otro relato o trate de convertir en novela...)

John Black se quedó a vivir en Frestugal porque mató a un hombre. Fue un caso turbio, y su abogado no creyó que pudiera alegar defensa propia. Por eso le sugirió que no saliera del país en que habían sucedido los hechos. Frestugal es la única nación del mundo cuya constitución no recoge el derecho a la vida, y desde la reforma Ramires del 2035, una ley especial regula el derecho al homicidio.

El abogado le explicó los enrevesados detalles al señor Black:
—A diferencia de la Unión Americana, Frestugal no contempla la legítima defensa, pues es difícil de probar. Piense en su caso. Un arma robada, un tiro por la espalda, ningún signo de violencia. Ningún jurado de la Unión creería que usted se vio obligado a matar a su compatriota. Pero se dan casos, y uno de ellos podría ser (quiero creer que sea) el suyo. Por eso el legislador consideró oportuno que los ciudadanos tuvieran derecho a llevar el uso de armas hasta sus últimas consecuencias. Pero sólo una vez en la vida.

El letrado insistió en aquello, y, ante la mirada de asombro del Unionita, hizo un esfuerzo por aclarárselo.
—Analice la disyuntiva. Si se autorizase el homicidio libre, el país se convertiría en una réplica de su... ¿Far West? ¿Es así como se dice? El límite lo cambia todo. Nadie usará su prerrogativa salvo que tenga verdadera necesidad de ello, pues, en caso contrario, no podría defenderse el ataque de otra persona.

—¿Algo así como la guerra fría del siglo XX?

—Bueno, no soy catedrático de historia, como usted, y no conozco los detalles de la Guerra Fría. Pero sí, es una política de disuasión. El arma está en manos de todo el mundo, pero nadie quiere ser la primera persona que la use.

—Y, entonces, ¿si me quedo aquí no me pueden extraditar?

—Aunque nuestra nación tiene un tratado de extradición con casi todos los estados de la Unión Americana (excepto con Texas, pero eso a usted no le afecta, pues veo que el difunto provenía de la costa Oeste), las cláusulas del acuerdo son claras: sólo se podrá extraditar por hechos que en nuestro propio país sean delito. Si invoca la Ley Reguladora del Derecho al Homicidio, nadie podrá extraditarle.

—¿Y si no lo hiciera?

—La ley es clara. En un plazo de 72 horas desde la comisión del homicidio, usted debe reivindicarlo presentándose en comisaría y rellenando los formularios al respecto. En caso de que no lo haga, se investigará como un caso normal. Actualmente, sólo se pueden reivindicar homicidios cometidos en nuestro propio territorio; una simple medida contra la inmigración.

—¿Como un caso normal?

—Eso es, sujeto a las leyes penales locales. Puesto que ha matado a uno de sus compatriotas, podría también entregarse en un consulado de su propio país. La pena del homicidio voluntario no regulado, con atenuante de defensa propia, serían 10 años de esclavitud en las centrales eléctricas. Créame: su silla eléctrica es una solución más clemente.

—Entonces, cree que debería rellenar el formulario...

—Claro está. Pero no lo olvide: haciéndolo se obliga a permanecer en el país... y a no cometer más homicidios.

John Black desconocía entonces —su estudio de la historia frestuguesa se lo enseñaría más tarde— que en las facultades de Derecho no se enseñaba el auténtico origen de la ley. Nadie quería recordar aquel caso (un trágico accidente, dijeron los medios) en que se vio envuelto Jacques Ramires, el primogénito de Françoise Ramires, un mes antes de las elecciones generales; ni cómo, acallados los testigos con generosos estipendios, fue el Partido Madridista quien descubrió poco después unas fotos comprometedoras —el cadáver de la joven María Vendrell desigurado por puñaladas rituales, sobre un círculo trazado con su propia sangre— que la presidenta esquivó aceptando una propuesta de ley del Partido Radical que hasta entonces habían considerado una broma de mal gusto. Las grandes ideas se forjaban en los momentos de crisis: el número de crímenes había descendido espectacularmente en los últimos veinte años, aun en los barrios de favelas, e incluso había descendido la venta de estupefacientes desde que la necesidad de obreros para la generación humana de energía había impulsado una nueva ley que permitía culpar al camello de homicidio involuntario, cinco años galopando en las ruedas.

Lo que sí percibió en aquel momento fue la maliciosa sonrisa del abogado cuando mencionó las condiciones. Si él se defendía era porque algo, alguien, le perseguía. Y nunca se estaba seguro con una sola muerte. A partir de ahora viviría huyendo, pues había malgastado con un peón menor su derecho a la disuasión.

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miércoles, 20 de mayo de 2009

Este es el partido que se juega en Europa...


Resulta curioso que se haya obligado a cierto partido modesto a cambiar su lema de las elecciones pasadas, porque se parecía demasiado al slogan que habían pensado —o, quien sabe, quizá plagiado— los publicistas para la campaña institucional europea y, que, sin embargo, nadie haya dicho nada sobre la campaña del PSOE, clavadita a la europea, que hoy he encontrado en las mismas vallas vallecanas donde estaba la anterior la semana pasada.

Si las vallas de la campaña institucional tentaban a la modificación (antes de que la Eurocámara mandara a tomar viento por enésima vez la "ley de los tres avisos", pensé en copiarla con algo así como "[espía aplicando un fonendoscopio a la puerta] vs [espía aplicando el fonendoscopio a la puerta], es tu elección"), las del PSOE incitan a ello.

Porque hacer de nuevo la campaña del dóberman, metiendo miedo con el miedo que mete la derecha, es una insensatez. La mejor baza de Rodríguez Zapatero ha sido, durante mucho tiempo, su falta de agresividad, y no sé si le cuadra una campaña agresiva en que acuse al rival (se usan fotografías de Rajoy opuestas a las de Rodríguez Zapatero), con el hecho de que, de lo que se le acusa, es de sembrar el pánico.

Por otro lado, me pregunto si a la mayoría de españoles no-daltónicos no les resultará difícil percibir más agresividad en una figura de Rajoy filtrada en azul que en una figura de Zapatero filtrada en rojo. Es cierto que el azul, color de la derecha, transmite frialdad, pero también seriedad (por eso fue el color de casi todos los bancos entre 1985 y 1995), mientras que el rojo, que es el color de la pasión, lo es también de la violencia (así, por ejemplo, se supone que a la gente le pone nervioso ver un coche rojo, y las aseguradoras cobran en consecuencia).

Afortunadamente para mí, no poseo el defecto de ser no-daltónico y me puedo tomar todo esto a cuchufleta. De momento, ya he pensado una serie de posibles X vs. Y (por ejemplo: "Somos los buenos VS Sois los malos"; "Sólo sé que no sé nada VS Soy infalible como el Papa"; "A la puta ruina VS A la puta calle"...), pero me abstendré de mi idea inicial de colocarlos como banners en este blog, no sea que alguien de la junta electoral central me llame la atención... (ya sabéis, los carteles electorales son sacrosantos)

En todo caso, en la ilustración os dejo una idea (mejorable, por supuesto).

lunes, 18 de mayo de 2009

Adios, Benedetti...

El adiós a un ilustre creador / Falleció a los 88 años, en MontevideoMurió Benedetti, la esencia de la poesía

Identificado con el compromiso social, su obra literaria trascendió al mundo; escribió más de 80 libros y cultivó todos los géneros

lanacion.com | Cultura | Lunes 18 de mayo de 2009


Tardé mucho en conocer a Benedetti. A pesar de que cursé la literatura hispanoamericana como materia obligatoria en 5º de carrera, durante mucho tiempo fui refractario a todo lo hispanoamericano, excepto el realismo fantástico. Gracias a Dios, descubrí a Benedetti en los anaqueles de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, que por aquellos días no era un megamonstruo del Santander lleno de facsímiles escaneados sin OCR y plagado de anuncios de portátiles para universitarios, sino un proyecto con el que se quería hacer una especie de Proyecto Gutenberg a la española.

Lo primero que conocí de Benedetti fue su poesía, a través de los audios de aquella biblioteca. Después, leí sus cuentos. Finalmente leí su poesía a través de alguien que, asistiendo a una presentación de libros, y recibiendo en ella una gruesa antología de poemas del Uruguayo, recordó que mi padre tenía un hijo filólogo y le regaló aquel libro regalado. No sé quién sería, pero le estoy infinitamente agradecido.

En los últimos tiempos, el incremento vertiginoso de los homenajes hacía temer lo peor. Y así ha sucedido. Benedetti ha muerto.

Puesto que no confiaba en la prensa española, he leído primero la noticia en la del cono sur. Mi primera impresión ha sido la correcta: es en los países "pobres" donde se ha hecho un mayor acopio de medios para recordar la figura del Uruguayo. (Comento los artículos mencionados por la Revista de prensa de Clarín , que me ha salvado el día a la hora de buscar enlaces).

El Observador (Uruguay) presenta una nota breve de texto, seguida de enlaces a muchas otras, como las de fotos del funeral)

El País (Uruguay) muestra dos noticias en portada. La titulada Un mundo llora la partida de Benedetti tiene un enlace a una captura de pantalla de webs periodísticas de todo el mundo reflejando la noticia).

El Mundo (España) tiene una noticia algo floja, con un vídeo cutre, mal editado, con mucho ruido y un anuncio que dura más que el video. Los enlaces a más información están a la izquierda, por lo que he tenido que abrir la página dos veces para encontrarlos.

El País (España) le dedica un artículo bastante completo:
Adiós al poeta del compromiso seguido de una entrevista en la Cadena Ser, una encuesta sobre la faceta de Benedetti preferida por nosotros, enlaces a más artículos y el mismo video de la agencia Atlas que aparece en la página web de El Mundo, pero con un anuncio más corto.


En BBC Mundo (Reino Unido) la noticia se acompaña de un video interesante, bien hecho.

Clarín (Argentina) titula urgentemente A los 88 años, murió el escritor uruguayo Mario Benedetti. Su artículo principal es escueto pero, como en el resto de medios, hay un enlace a otros artículos. Además, se presenta un poema en formato audio.


Sin embargo, el periódico cuya cobertura más me ha impresionado ha sido La Nación (Argentina); su artículo incluye no uno, sino varios videos, además de enlaces a otros artículos. Además, como es habitual en el diario bonaerense, la posibilidad de incrustar un resumen del artículo en los blogs, que es lo que habéis visto arriba.

domingo, 17 de mayo de 2009

Lo malo de los puentes...

Muchas veces nos sentimos en un puente como si hubiera dos noches de viernes, o dos sábados; en ocasiones, sin embargo, parece que hubiera dos domingos de resaca y tardes vacías...
¿La solución? Golfear un poco menos las dos primeras noches, para no arruinar la tercera...

miércoles, 13 de mayo de 2009

La hora 11 y otros programas de ficción científica

Advertencia preliminar


El autor de las siguientes líneas advierte que carece de formación científica, y probablemente debería dejar la labor de decir estas palabras a malaciencia o incluso copépodo, pero no se puede resistir a hablar del tema.

Introducción



La ficción científica (science fiction, anticipación o ciencia ficción) ha estado usualmente ambientada en el futuro. Sin embargo, últimamente han aparecido numerosas novelas, películas y series de televisión en que se hace una ficción científica en sentido estricto ambientando la acción en el presente. Además, a imitación de la hard-sf, se abruma al lector con detalles científicos, que otorgan mayor credibilidad a la trama. Sin embargo, las obras de ficción científica "contemporánea" siguen utlizando las licencias propias de todo tipo de ficción. Y eso es algo que seguro que se escapa a muchos espectadores.

El artículo actual se centrará especialmente en "La hora 11" y "Numbers" que tienen como protagonistas a científicos practicantes de las Ciencias Duras; sin embargo, también podrían citarse otras series como "House" o "CSI" donde aparecen licencias como la supresión del tiempo de espera para las reacciones en las pruebas de carácter biológico.

El objeto de análisis



En "La hora once", un científico de no se sabe qué especialidad (primer problema a la hora de presentar al protagonista: en el mundo actual, todo auténtico científico está hiperespecializado) se dedica a resolver misterios relacionados con la ciencia (y generalmente de carácter médico) para el FBI. Guiado por su intuición, es capaz de encontrar milagrosamente soluciones que al resto de los personajes (aunque también tengan base científica) se les escapan.

En "Numbers", un matemático colabora con su hermano policía, recurriendo a menudo a la colaboración de un astrofísico en la solución de problemas que, habitualmente, tienen que ver con la criptografía o con la probabilidad (la palabra "bayesiano" aparece al menos una vez en cada episodio). De vez en cuando se utilizan otras ramas de la matemática que, suponemos, conocerá alguien en las brigadas científicas, como la trigonometría o la balística.

¿Y qué soluciones toman los protagonistas? Veamos como ejemplo dos episodios recientes (los números se utilizarán en la exposición posterior).

Primer caso



En el primer episodio de ayer de "La hora once", (1) un manantial de agua produce una curiosa reacción antitumoral en un niño. (2) Los análisis del agua realizados por médicos no descubren nada extraño. (3) Posteriormente, los personajes que han bebido exclusivamente agua del manantial comienzan a enfermar. (4) Un análisis del acuífero muestra que éste se origina en una base militar donde se almacenaron residuos radiactivos; (5) la inspección de la planta, sin embargo, muestra que ésta está limpia. (6) El protagonista se cruza de día con un mapache, animal "de hábitos nocturnos"; también ha oído hablar de un caso de trastorno de sueño. (7) de ello deduce que ha bebido agua pesada, "única sustancia capaz de trastornar el ritmo circadiano". (8) Guarda una muestra de agua tóxica y un "control" de agua normal en el congelador y se va a pasear al perro. (9) Después del paseo, el agua está congelada y comprueba que el agua control flota en agua control, mientras que el agua tóxica no flota en agua control, pues es agua pesada. Finalmente, encontrados los sospechosos, (10) la agente comprueba su implicación conectándose por bluethoot a la cámara de su ordenador.

Es bastante probable que, como sucede en (2), un análisis del agua no busque deuterio; sin embargo, la cosa debería cambiar si en la zona hay un almacén de desechos radiactivos (aunque el deuterio no sea radiactivo de por si). También es cierto (al menos, según la Wikipedia) que aquellos que beben exclusivamente agua pesada mueren rápidamente, en cuanto el 50% del agua de su cuerpo es reemplazada por agua pesada (¡el crimen perfecto!).

Por otro lado, es cierto que, como establece (5) el mapache, como casi todos los mamíferos, es un animal de costumbres nocturnas, pero hay muchas posibles causas para su aparición a la luz del día, desde la ceguera hasta una inyección de melatonina (sustancia que regula, y por tanto puede alterar, el ritmo circadiano).

Evidentemente, no es necesario congelar (8 y 9) el agua pesada para comprobar su peso, pero resulta conveniente, puesto que otros métodos, como la tinción, el pesado de volúmenes iguales o el uso del densímetro pueden falsear el resultado, producir inexactitudes o necesitar equipamiento especial. La congelación de una bandeja de hielos en los 15 minutos que se tarda en sacar al perro (8) es, sin embargo, milagrosa. ¡Y en una nevera barata!

La densidad del monóxido de deuterio sólido es, efectivamente, de 1,0177 g/cm3 frente a los 0,998g/cm3 del agua líquida y los 0,917 g/cm3 del hielo. Por cierto, que el científico loco podría haber comprobado también qué sustancia se descongelaba antes: el punto de fusión del D2O está casi en los 4°C.

Hemos de tener en cuenta que los supuestos anteriores parten del hecho de que utilizamos deuterio puro al 100% (nuestros exiguos conocimientos científicos nos impiden calcular si una solución 30/60 hubiera flotado; dejamos el problema para la gente de ciencias). Sin embargo en la serie hay un pequeño productor casero de deuterio, que aparentemente no puede contener más de un galón, y un manantial de caudal abundante que mana durante una semana. Por lo tanto, no hay D2O, sino una mezcla de D2O, H2O y DHO cuyo componente más abundante es el H2O. Con lo que (3) y (9) corren serio peligro de inverosimilitud.

Por último, (10) es claramente inverosímil, pues aun en el caso de que el terrorista estuviese efectivamente utilizando su bluethooth, por ejemplo para conectarse a internet (no recordamos si fue así), un terrorista suficientmente paranoico como para fabricar una "bomba sucia" tendría su bluethooth protegido por contraseña.

Segundo caso


Episodio de "Numbers", no recuerdo si del lunes o del domingo. (11) El protagonista necesita identificar a un secuestrador a partir del mando de un automóvil. (12) Para hacerlo, debe averiguar el algoritmo de codificación del mando. El algoritmo, se supone, es único. (13) Además, se trata de un sofisticado algoritmo "de 32 bits" (¿serán 32 bytes? el número generado parece tener, al menos, la longitud de una clave wep de 128 bits). (14) Una vez averiguado el algoritmo, el fabricante proporcionará inmediatamente a la policía el número de chasis y la matrícula. (15) Todos los cálculos del algoritmo se hacen con una "matriz bayesiana" (o algo así) en una pizarra.

Posteriormente, (16) los protagonistas utilizan sus conocimientos de cosmología para averiguar la hora del día a la que se tomó una foto, a partir de las sombras que produce una canasta de baloncesto (no recuerdo si saben el día, detalle que sería de suma importancia).

Es cierto que, como establecen (11) y (14), el mando de cada automóvil utiiliza una secuencia única. Lo que es único, sin embargo, es la constante utilizada como "semilla" del algoritmo, no éste en sí, que suele ser un estándar en cada fabricante (y suponemos que a disposición de la policía, al menos según las severas leyes anticriptográficas que hasta hace diez años rigieron en los EEUU). La semilla, llamada "clave privada", se puede encontrar utilizando procesamiento paralelo, un superordenador o, si se trata de una obsoleta clave de 32 bits, como aquí, se obtiene en minutos combinando un pc que funcione de "contador" con una batería de microcontroladores dedicados que realicen las operaciones aritméticas (así se descifró el RFID; el enlace estará en alguna parte de este blog). Desde luego, no con una pizarra como en (15); con ella, en todo caso, se puede planificar un método de criptanálisis, labor que suele durar semanas o meses y es recompensada con la publicación de un "paper". Por último, conectar la "clave privada" con un bastidor concreto de automóvil no debe de ser tan rápido, visto que conseguir las llaves de un coche teniendo dicha clave puede demorar varias semanas.

En cuanto al segundo problema resuelto en la serie, no parece verosímil que para averiguar la hora del día en que se ha tomado una foto, utilizando las sombras en la misma (16) se necesite un cosmólogo. Siempre y cuando, claro, se conozca dónde se ha tomado... Y si la foto se hizo mirando hacia el este o el oeste, evidentemente.

Análisis de los datos


Como se ve, en las series anteriores hay casos de exageración de los hechos científicos (proporción de D2O en el manantial), complicación del lenguaje ("algoritmo" por "constante") y la metodología (búsqueda de un método de criptanálisis en una situación en que el tiempo disponible llevaría a usar un ataque conocido o la fuerza bruta), eliminación de las barreras temporales (además del caso anterior, aparece en la facilidad de acceso al número de bastidor a partir de las claves de la llave). Como apoyo visual, se utilizan abundantemente las demostraciones espectaculares (cubitos de agua pesada que no flotan en el agua ligera).

Todas estas exageraciones se hacen en aras de la "popularización" de la ciencia, olvidando que, gracias a ellas, los protagonistas de las series mencionadas no se distinguen mucho del "científico loco" de la serie B, siempre rodeado de hielo seco y esferas de Tesla.

Ideología


Aunque caiga fuera del asunto de este artículo, el autor no puede evitar manifestar su sorpresa sobre la falta de adecuación al público local del mensaje ideológico de estas series. Nos preguntamos por qué se adaptan series perfectamente comprensibles como "Yo soy bea" o "La chica de ayer", y se distribuyen sin adaptar estas obras de machacona ideología neocon. Ya hemos mencionado este hecho en alguna ocasión a propósito de CSI, en que se hace una constante apología del terrorismo de estado y la pena de muerte.

En cuanto a "La hora 11", admitimos que resultó fue divertido observar cómo la emsión de un episodio en hablaba de agua milagrosa coincidía con las vísperas de la festividad en que los habitantes de la ciudad más poblada de España acostumbran beber un agua supuestamente milagrosa (y probablemente contaminada).

Rechinó más, en el segundo capítulo, la defensa de los bancos privados de cordón umbilical (sólo al servicio de los propios donantes, algo dudosamente ético pero que al parecer se legalizará próximamente en España): "el seguro más barato que existe". Hemos de suponer que algún banco de cordones recompensó generosamente esta brillante frase de los guionistas.

Finalmente, ha de comprenderse que el autor pierda su objetividad para confesar el estupor que sintió ante la mención de unos cerdos "alimentados exclusivamente con bellotas: les llaman 'robles de cuatro patas'", y, después de hablar de su carne veteada con poca grasa se dijera que eran húngaros: No pude sino apagar la TV. Al fin y al cabo, ya era buena hora para dormir.

El cuento del miércoles: Escena campestre (cuento vallecano)

Si no fuera porque estas nubes que se congregan en el prado celeste pasan, impetuosas, como una interminable estampida, diríase que el rebaño se ha tendido a dormir, acariciado del sol, a la hora de la siesta. Las contemplo desde el cerrillo, bajo la enorme medusa de metal, y comento el hecho a mi compañero de aventuras, que asiente con la cabeza. Kevin no suele hablar si no es necesario.

Antes de salir de casa preparé algo para comer, y ahora le ofrezco un bocado. Con un gesto, rechaza el sandwich de jamón cocido con aceite de oliva, pimentón y queso tierno que le ofrezco. Mejor para mí. Lo saboreo cuidadosamente mientras sigo contemplando la evolución de las nubes en la esfera celeste.

Todavía estoy grabando en mi paladar ese delicado aroma del queso de tetilla cuando me llega el sonido de una pelota de tenis. Ahí está, dorada como día de verano. Seguramente se le ha escapado a algún niñato, uno de esos que a estas horas deberían estar en el instituto soportando estoicamente las explicaciones de su profesor de matemáticas. Sé bien de lo que hablo, pues yo también debería estar a estas horas en el instituto.

Sin mediar palabra, el chiquillo arranca de mi mano esa pelota de tacto aterciopelado y me dirige una mirada de profundo odio. Quizá debería darle su merecido, pero me da pereza... Se está tan bien al sol...

Así que espero pacientemente a que la pelota vuelva a caer cerca de mis pies. Puede que penséis que es improbable, pero creedme: tengo una especie de imán para las pelotas. Y si la pelota vuelve a caer, es obvio que mandarán por ella al mismo pringado, que pondrá esa cara de fiera propia de aquellos para quienes una eutanasia es la mejor opción vital después de reirle las gracias a una sabandija. Mírala: aquí está. Esta vez hago amago de cogerla y contemplo, impávido, cómo se me escapa cerro abajo, hacia la carretera. El muchacho corre como una liebre y consigue alcanzarla: hay que reconocerle el mérito. Pero no parece gustarle lo de subir laderas.

Ahora no sólo me mira, sino que me insulta. Pero yo, tranquilo, me limito a dialogar, le digo que tendría que agradecerme que haya intentado coger su pelotita. Al fin y al cabo, añado, no era mi problema. El niñato piensa que me estoy riendo de él en su cara, y puede que tenga razón, pero no veo por qué pasar a las manos, como insinúa.

Sigo contemplando las nubes. Kevin hace un gesto como para decir que ha visto una con forma de barco. Podría ser. O quizá es que no he entendido su gesto. Mientras estoy buscando la nube (es difícil: no me ha indicado si se trata de un navío o de un simple cayuco), vuelve a caer cerca de mi la pelotita. Esta vez no hago absolutamente nada. La pelota rebota contra una piedra y finalmente golpea a una niña pequeña (de esas cuyos padres no han percibido aún las ventajas de ingresarlas en la guardería desde los cero hasta los dieciocho años) y su progenitor, airado, dedica un par de insultos a los dueños de la bolita.

Después de un rato, probablemente al finalizar el partido, cuatro adolescentes malencarados se presentan ante nosotros. Reconozco en uno de ellos al pringado, alias niñato. No me sorprende su actitud furiosa, pero sí que pasen de las amenazas a los hechos. Gracias a dios, traje conmigo mi navaja. Al verla, se retiran, no sin antes emplazarme para esta tarde en el mismo sitio.

Mientras mondo ostensiblemente una naranja, Kevin rompe por primera vez su silencio y me pregunta si está ácida. Claro que no: tengo buen ojo con las naranjas.

lunes, 11 de mayo de 2009

Al salir del tren arrebata mis sentidos la fragancia de la tierra empapada de gas. Pero hasta que me alejo a 500 metros de allí no me apercibo de que todo el barrio hiede, como a comienzos de la semana pasada. Al principio tiene ese matiz picante del aroma a gas de hulla que se añade al gas natural; después, confundido con las sustancias deletéreas que emanan de los contenedores de basuras, comprendo que es un aire que nos viene de Valdemingómez.
La atmósfera artificial que suaviza el clima madrileño tiene, de vez en cuando, estos inconvenientes. Pero no nos quejemos. Me pregunto si las autoridades mexicanas habrán contrastado la mejora de salud pulmonar inducida por la semana de mascarillas y reclusión. Y es que el aire de la región más transparente lleva sustancias más perniciosas que el AH1N1. Quizá Davo pueda ilustrarnos más sobre el tema.

domingo, 10 de mayo de 2009

Urgencias bonaerenses

Interesante crónica en La Nación sobre David Eduardo Eskenazi, un cirujano de urgencias que atiende a quienes han sufrido tiroteos. Se inicia con el curioso caso de un delincuente chileno que sobrevivió tres veces a los balazos, y a la cuarta dio con sus huesos en la morgue. Prosigue con un pormenorizado resumen de casos habituales en las víctimas de la delincuencia. Y termina con una reflexión sobre la dura vida de los médicos en la Argentina:
La falsa idea de que los cirujanos se hacen ricos, sin embargo, lo lleva a un diálogo irónico. Dice que un mecánico le explicaba una vez a un cirujano que él también abría y revisaba el corazón del auto, cambiaba válvulas, obturaba caños, reparaba pequeñas piezas y luego volvía a cerrarlo. "¿Por qué entonces gano menos que usted si yo hago lo mismo?", le preguntó. El cirujano le respondió suavemente: "¿Y usted intentó alguna vez hacer todo eso con el motor encendido?"

jueves, 7 de mayo de 2009

Este jueves, el cuento del miércoles. Calma chicha

(En homenaje a William Hope Hodgson)

Océano. Extensión verde y azul en leguas a la redonda. Leve brisa tórrida que apenas ondula las aguas calmas. Blanda caricia del sargazo sobre el costado del buque, en su inútil intento de trepar la borda. Chapoteo fugaz del agua en la popa.

La nave, desierta, sobre la verde pradera acuática. Tiempo atrás los marineros prefirieron fiar la vida al remo. En cubierta, dos cuerpos retorcidos sugieren la angustia de quienes dejaron atrás.

martes, 5 de mayo de 2009

"Si conoce el sistema [braili]..."

La manía de pronunciar "a la inglesa" cualquier palabra no patrimonial (víd. supra, El ataque de los anglófilos voladores) se extiende a la campaña de las elecciones europeas.
"Si es usted ciego o padece alguna discapacidad visual y conoce el sistema braille, ahora puede usted votar..." ¿Por qué en este mensaje pronuncian [braili], en lugar del habitual [braile]? Es cierto que lo lógico sería pronunciarlo como se escribe, ['braj.ʎe] (con ll y todo), pero si vamos a pronunciarlo a la extranjera, no es necesario realizar una sílaba final que es muda en francés.
Louis Braille era francés, y, en su lengua materna, el sistema de lectura por él diseñado se pronuncia [bʁaj]

Y, desde luego, quienes han diseñado la campaña podrán ser cualquier cosa, menos europeos. "C'est tojours du Nord, et du Nord seul, que nous vient la lumière: le monde civilisé finit aux Alpes et l'Afrique commence aux Pyrénées".

EDICIÓN: Copié la transcripción fonética de "pollo" del wikcionario para conseguir la ʎ... y se me quedó en lugar del ['braj.ʎe] de arriba... Parece que ninguno os disteis cuenta...

Debate en el parlamento vasco

Aunque debería estar corrigiendo, no consigo abstraerme del debate de investidura en el parlamento vasco. Me fascinan especialmente las palabras del portavoz socialista, José Antonio Pastor, sobre el anterior lehendakari que, mutatis mutandis, podrían aplicarse a los gobiernos españoles de Rodríguez Zapatero o Aznar:
Este parlamento que ustedes forman es la sede de la política... el lugar en el que se manifiesta el interés general [...] Pero no nos corresponde a los miembros de esta cámara ni al lehendakari [...] ninguna tarea correspondiente a la formación de las conciencias.

(habrá más cuando tenga tiempo para transcribirlo)

Personalmente estoy de acuerdo con estas palabras, pero obsérvese que tanto Aznar como Zapatero han ido imponiendo su modelo de patria (el nacionalismo español del uno, el federalismo a ultranza del otro) y de pensamiento (el ultramontanismo del primero, el bonismo del segundo). ¡País!

lunes, 4 de mayo de 2009

Curiosidad ortográfica

Uno de los problemas que todos hemos encontrado al aprender ortografía son esas palabras que traen dos letras distintas referidas al mismo sonido (o dos "grafemas" referidos a un mismo "fonema", por hablar más técnicamente). Cuando yo era pequeño, mi némesis particular era "adverbio", y como nos sucede en estos casos a quienes carecemos de memoria visual, tuve que aprender memorísticamente que llevaba "la primera con v y la segunda con b".

Como profesor, he comprobado que la misma dificultad aparece a menudo con las palabras que llevan C y S (como "sacerdote"), y ello me ha llevado a incluir ejercicios para palabras con B y V a la vez y ejercicios para palabras con Z y S a la vez en mi portal Apagada.

Lo lógico sería que hubiera continuado por las palabras que tienen a la vez ll y ya, ye, yi, yo, yu, o por las que tienen ge,gi a la vez que j. Pues bien, he comprobado, para mi sorpresa, que de estas dos hay poquísimas.

Según una lista de palabras que he encontrado en internet, serían en el primer caso "bayetilla", "cayadilla" ('instrumento de los forjadores'), "rayadillo", "yanilla" ('cierto árbol silvestre cubano'), "yolillo" ('cierta palma costarricense'), "yuquilla" ('nombre de varias plantas americanas'); y, en el segundo caso, "agiotaje" ('especulación'), "ajengibre" ('jengibre'), gejionense ('gijonés'), "gijonense", "gijonés", "jengibre" y el nombre propio "Jorge".

Curiosa asimetría, ¿verdad?


P.S. Si necesitáis en algún momento, como yo, una lista de palabras del español, la mejor forma de buscarla con google es buscar una serie de palabras sin conexión semántica que estén próximas en el diccionario, como abadia, ababol y aarónico.