jueves, 8 de noviembre de 2018

Cinco horas con Mario, revisitado

Uno de los primeros artículos en este blog lo dediqué a una representación de 5 horas con Mario con Lola Herrera de 2004. a la que asistí con unos alumnos de bachillerato. El pasado martes, volví a ver, también con alumnos, el montaje de despedida de la actriz, que próximamente saldrá de gira por toda España. Me impresionó cómo había envejecido Lola en estos 10 años (en realidad, lo que debería haberme impresionado es lo joven que estaba hace 10, cuando ya era muy mayor). Y más me impresionó que conservara todas sus energías, en una representación en que su personaje era más sereno, pero quizá también más profundo.

Pero lo que de verdad me llamó la atención fue el público. En 2004 todos los alumnos (procedentes, como los de mi instituto actual, de una zona humilde) veían la obra como un drama; en 2018, las ideas de "Menchu" provocaban —hasta el dramático desenlace final, claro— constantes risas del público. En catorce años (¡media generación!), lo que los adolescentes de 2004 veían como la manera de pensar de sus madres o de sus abuelas se había convertido en una parodia del facha para los adolescentes de 2018.

Espero que el cambio sea para bien, y que a la gran Lola no le haya importado ver que la sonrisilla nerviosa y las lágrimas se han trocado en abierto humor negro.

lunes, 9 de julio de 2018

Voinóvich: Moscú 2042

VOINÓVICH, Vladímir: Moscú 2042. Madrid, Automática, 2014. 462 págs.
ISBN:
978-84-15509-22-6
Descriptores:
Humor. Sátiras políticas. Distopías. Comunismo.
Moscú 2042 es una mezcla de 1984 con El hombre que fue Jueves. Escrita tres años antes de la caída del bloque del Este, imagina un viaje en el tiempo a una Rusia en que el comunismo ha exacerbado todas sus características negativas: la carencia de recursos, la falta de libertad, las desigualdades entre los ciudadanos de a pie y los miembros del aparato.
Frente a este sistema injusto, un grupo disidente infiltrado en la sociedad propone una absurda solución que, sin embargo, se nos antoja profética: la vuelta a la autocracia y al zarismo:
«Su tan cacareada democracia no nos va a los rusos, Un sistema en el que cualquier imbécil puede manifestar su opinión y decirle al Gobierno qué es lo que tiene que hacer o dejar de hacer no es para nosotros. Lo que nos conviene en un gobernante que goce de autoridad ilimitada y sepa exactamente adónde hay que ir y para qué.»

sábado, 9 de junio de 2018

Asimov: Fundación e imperio

ASIMOV, Isaac: Fundación e Imperio. Barcelona, Bruguera, 1984. 252 [+1] págs.
ISBN:
84-02-04783-1
Descriptores:
Ciencia ficción. Ficción política. Imperios galácticos.

Fundación e imperio es el segundo volumen de la Trilogía de Trantor, la trilogía original de la Saga de la Fundación. A diferencia de Fundación, libro del que ya hablé hace unos días, no se compone de varios cuentos largos sino de dos novelas cortas (una unas 80 páginas y otra de 150).

Las novelas de la saga Fundación pueden leerse de forma independiente, así que no es necesario que os hayáis leído el primer volumen. El único problema es que la lectura de volúmenes (o simplemente cuentos) posteriores revela detalles cruciales del argumento de los cuentos anteriores, y a diferencia de lo que ocurría con el primer volumen, mi lectura ha sufrido los efectos del spoiler que suponían tanto la lectura temprana de Los límites de la Fundación como el haber escuchado el especial de "Verne y Wells ciencia Ficción" dedicado a la saga, ya que los acontecimientos relatados en Fundación e Imperio. Así que seré cuidadoso y trataré de no dar demasiadas pistas.

En la primera de las dos novelas cortas, una Fundación ya asentada después del episodio de los "Príncipes comerciantes" con que terminaba el volumen anterior se encuentra finalmente con el gran enemigo exterior: el Imperio. A pesar de que el Imperio Galáctico está dando sus últimos coletazos, ha sucedido una excepcional casualidad: hay un emperador fuerte en el trono, y un general leal, capaz y deseoso de gloria quiere devolver la grandeza perdida. Este general (Bel Riose) se enfrentará a la "mano muerta" del plan Seldon, según el cual, haga lo que haga, la Fundación sobrevivirá. Y hasta ahí puedo contaros el argumento sin estropear la novela. Solo puedo deciros que acabará con esa mezcla de Deus ex machina y lógica aplastante a que Asimov nos ha acostumbrado en el volumen anterior.

En la segunda novela, la Fundación está al borde de la guerra civil por el enfrentamiento entre el autocrático alcalde y los comerciantes libres. En ese momento, comienzan a llegar rumores sobre un enigmático personaje, el Mulo, que ha conseguido conquistar uno de los mundos más poderosos y parece estar pensando cuál será su siguiente paso en una escalada de conquistas sin precedentes. Si habéis leído cualquier material relacionado con la saga, probablemente sabréis quién es este personaje y qué importancia tiene para el plan Seldon... y es una pena, porque averiguarlo es lo más interesante de esta historia. Así que no puedo decir nada más.

En cuanto a su escritura, es un tomito de lectura ágil en que cada capítulo acaba en su clímax, algo lógico si se tiene en cuenta que ambas historias fueron concebidas para su publicación como folletín en una revista pulp (el famoso Astounding Science Fiction). Al leerlo hoy día, chirrían algunos detalles sociales (como la excepcionalidad de las mujeres activas) y tecnológicos (por ejemplo, que el salto hiperespacial deba ser calculado a mano), pero la fuerza de la serie está en la concepción de la estrategia que guía a los oponentes para superar una colisión inevitable en que solo uno de ellos puede vencer.

miércoles, 6 de junio de 2018

Asimov: Fundación

ASIMOV, Isaac: Fundación. Barcelona, Bruguera, 1984. 253 págs.
ISBN:
84-02-04719-X
Descriptores:
Ciencia ficción. Ficción política. Imperios galácticos.
Hace muchos años leí Los límites de la fundación. Era yo adolescente y mi padre me comentó que ese libro estaba relacionado con una vieja saga de Asimov que seguro que estaba por algún lugar de la casa. El caso es que no me molesté demasiado en buscar, porque Los límites... era un librote complicado de leer por su gran cantidad de referencias a episodios de una saga que tenía pinta de no ser nada ligera. Todo lo contrario de lo que yo mismo estaba acostumbrado a leer en Asimov, del que había leído varias novelitas de la saga de space opera sobre Lucky Starr y varios volúmenes de cuentos (además de alguna novela) sobre robots.
Por eso, cuando encontré en la biblioteca del centro educativo en que trabajo los tres tomos de la saga original (la "trilogía de Trantor") no tuve demasiado interés en leerlos. Y allí siguieron, cogiendo polvo, durante años. Hasta que el otro día Alberto García dedicó un especial de su podcast "Verne y Wells" a Isaac Asimov, y volvió a insistir en que la saga de Trantor era una obra maestra. Así que me decidí a tomar el volumen en préstamo.
Fundación es una recopilación de cuentos que retratan diferentes momentos críticos de una organización, la Fundación, instituida por el psicohistoriador Hari Seldon en el año 12067, dos años antes de su muerte. La psicohistoria había predicho la caída del Imperio Galáctico, seguida por treinta mil años de barbarie; pero en sus predicciones entraba también la posibilidad de reducir la etapa de barbarie a solo un milenio si se llevaba a un grupo de expertos en todas las áreas del conocimiento (excepto en la propia psicohistoria) a un planeta ubicado en la periferia del propio imperio.
Los cuentecillos, siguiendo un esquema familiar a todos los que han leído otros cuentos de Asimov, se centran en un conflicto que se resuelve de manera sorpresiva aplicando por un lado la lógica y por el otro el famoso axioma "la violencia es el último recurso del incompetente". Hay que reconocer, sin embargo, que hay algún "deus ex machina" y que la solución al segundo cuento ("Los enciclopedistas") no se explica hasta el cuento siguiente.

miércoles, 30 de mayo de 2018

Dos planetas

Los planetas Plasmodia y Flatonia tenían exactamente los mismos períodos de rotación y traslación. Tanto era así, que cuando la reina del caduco imperio de Laterra tomaba su té de las cinco mirando las primeras rosas de mayo, podía estar segura de que allende la galaxia, en su palacio de Ralate, el príncipe Henry estaría tomando su infusión de las cinco mientras brotaban las primeras rosas de mayo.

Los sabios plasmodianos, congregados en el observatorio de Sándwich (a unos pasos de donde la reina toma su té) aseguraban que, cuando Flatonia era solo un mundo informe y estéril, unos ingenieros Laterranos --punto este demostrado por la importancia que concedían a la puntualidad-- desplazaron el planeta al punto necesario para hacer coincidir sus movimientos con los de la Plasmodia natal.

Los sabios de Flatonia, reunidos en Greenway, a un golpe de remo del palacio principesco, refutaban la teoría anterior. Sostenian, en cambio, que había sido Plasmodia la trasladada de órbita por unos Flatonitas tan eficientes que no podían ser sino Ralatienses.

Viendo los aspavientos de unos y otros a través de su microscopio, el Creador se divertía.

jueves, 24 de mayo de 2018

Trajes

Una muchacha en traje sastre —la llamo muchacha por costumbre, pero será solo diez años más joven que yo— espera, sentada sobre un bolardo, a que abra el comercio donde trabaja. No frecuento ni la tienda de moda femenina ni la óptica —voy todavía a la del barrio de mis padres—, pero sospecho que atenderá en la segunda.

Verla me hace pensar en la paradoja de vestirse de chaqueta para trabajar en un barrio deprimido como el mío, donde cierran las tiendas, los bares y hasta las inmobiliarias —¿qué inmobiliaria alquila los locales vacíos de las inmobiliarias?—. Una indumentaria que es a la vez cortesía con el cliente y ostentación de rango social que a menudo no se tiene. Distancia y superioridad, aunque las formas del traje sean a menudo traicionadas por la propia conducta: a mi memoria acuden esos muchachos trajeados de veintitantos años que por pegan carteles por las calles, el rollo de cinta de precinto en la mano. Son delgados y tratan de ser elegantes a pesar de lo poco digno de su actividad y de la chaqueta demasiado ancha, pero son poco menos cutres que aquellos jovencitos de Kiron que trataron de venderme un piso en Lavapiés.

Tenía yo treinta y cinco años y una cuenta vivienda; decidí darle una oportunidad al barrio pobre, cercano al de mis padres; sin embargo, me quedé en el tópico que conocía: solamente me mostraron un piso destartalado —el espejo en el techo del dormitorio hablaba de la profesión de su anterior ocupante— y otro nuevo, oscuro, las inútiles ventanas a centímetros de un paredón vertical. A pesar de tanta mugre y de mis prisas por llegar al instituto —mi clase vespertina comenzaba a las seis— me acorralaron en una mesa para que firmase en el acto una hipoteca por alguno de aquellos zulos. Aproveché mi excusa y salí corriendo. Aprendí que podía llegar de la parroquia de San Millán al cerrillo de San Blas, a pie, en diez minutos.

En aquellos comerciales pensaba, adolescentes crecidos en saco azul y corbata a juego, tiburones acostumbrados a comer carroña, cuando escuché que caía el mercado inmobiliario. Me alegré por ellos, contra ellos; pero lamento que mucha gente honrada fuera arrastrada en su caída.


Primer borrador (23-5-18) y primeras correcciones:

miércoles, 16 de mayo de 2018

Siempre de menos

«A mí qué carajo me importa que la máquina a veces suelte de menos y a veces suelte de más —dice Ricardo Darín en "Un cuento chino—. A mí siempre me suelta de menos.» 

Lo mismo me ha pasado a mi con las grapas Office Line del Tedi: en un blister de tres mil grapas, ninguna de las cajas contenía las mil grapas correspondientes (veinte tiras de cincuenta grapas), sino unas 960 (veinte tiras de 48 grapas o menos). Probablemente por eso el blister de 3000 grapas valía menos que las cajas de 1000 grapas de las dos marcas competidoras que se vendían en el mismo establecimiento.

Ya sé que el margen de error es pequeño, de un 4% (y solo me di cuenta porque la caja estaba extrañamente sobredimensionada respecto de las tiras de grapas), y que os parecerá de una extraña cicatería mi queja. Pero, como sugiere el ahorrativo personaje de Darín, la tacañería comienza en la máquina del fabricante, que siempre suelta de menos.

martes, 8 de mayo de 2018

Cuán fascinado está el mundo con los coches autónomos...

Cuán fascinado está todo el mundo con los coches autónomos... Sin embargo, entre tanto elogio no ven peligros o avisos.

El coche autónomo depende del 5G, cuyas transmisiones de alta velocidad en pruebas han abarcado un único cliente conectado a un único host. Pero cuando el 50% del parque automovilístico sean coches autónomos, ¿no se formarán grandes atascos debido al colapso de datos generado por millones de automóviles tratando de enviar gigas y más gigas de datos en el mismo momento, por más "cinco ge" que haya?

Se apoya esta tecnología, como la de los drones, por la enorme creación de empleo gracias a la cual se eliminarán miles de puestos de trabajo actuales. Serán innecesarios taxistas y camioneros, y nuestros fracasados escolares trabajarán, a cambio, como asociados con contrato mercantil, programando drones o supervisando decenas de vehículos a la vez en un cubículo inmundo y barato. El cielo económico unido a la seguridad que proporciona el buen hermano mayor que vigila las carreteras. Pero, ¿no tiene miedo el gobierno de que se aproveche esa misma tecnología para hacer bombas autónomas que circulen por carretera?

Del mismo modo que la tecnología de drones ha puesto las "bombas inteligentes" y los "atentados quirúrgicos" (afortunadamente, esto es un fake, pero seguro que ya se puede fabricar) no solo en manos de gobiernos como el estadounidense, sino en las de cualquier mindundi con dinero (y los narcoterroristas tienen mucho), ¿no corremos el mismo riesgo con la tecnología del vehículo autónomo?

Muchos hablan de aplicar las "tres leyes de la robótica" a los vehículos autónomos. Pero, de una parte, ya hay compañías que comercializan robots diseñados para matar (a los que no creo que deseen implantar sino, en cualquier caso, la "ley cero") y, de otra, aplicar las tres leyes requiere de un análisis de intencionalidad y consecuencias por parte del robot que está muy alejado de las posibilidades de la inteligencia artificial a día de hoy.

No olvidemos, además, que la IA no es imparcial ni objetiva. Está desequilibrada a favor de la cosmovisión de un sector de la población mundial: el sector de ingenieros estadounidenses. Podemos verlo fácilmente en las imágenes de recaptcha, donde se obliga al usuario a elegir "señales de tráfico" en imágenes en que no hay señales sino carteles, y donde las señales horizontales no son consideradas "señales" (pues estas se nombran con distinto sustantivo que aquellas en inglés). Llevando esto al mundo del automóvil, ¿se ha tenido en cuenta los patrones reales de circulación de cada país? (por ejemplo, las vías urbanas sin acera, o las manzanas sin paso de peatones tan frecuentes en España).

Personalmente, creo que la sociedad es muy optimista e incorporará esta tecnología antes de que estemos preparados para ella, y que, como ha sucedido con patinetes y otros vehículos autopropulsados de baja velocidad, lo hará por las bravas, sin tomar medidas para paliar su impacto negativo. Ya estoy pensando en ejércitos de nengs y chonis tripulando ostentosos vehículos autónomos pirateados para alterar sus límites de velocidad: aparte dos o tres ricachos, son quienes antes adoptan las nuevas tecnologías... ¡Que nos pille confesados!

domingo, 8 de abril de 2018

Shakespeare en la selva...

La literatura es un hecho histórico y social. Esta proposición, que cotidianamente tenemos que demostrar a masas de alumnos que no comprenden por qué carajo tienen que haber oído hablar de la Reforma antes de empezar a estudiar el Lazarillo, tiene implicaciones más allá de las que les explican los libros de texto.

Es cierto que el hecho de escribir sobre un determinado tema es un hecho histórico y social. El escritor escribe sobre temas que en la sociedad en que vive parecen importantes. La importancia que socialmente se le da a ciertos temas contemporáneos también hace que ciertas obras consigan éxito y, por ende, más probabilidades de sobrevivir al olvido. Un corolario de esta última afirmación es que en épocas posteriores volverán a tener éxito aquellas obras que sigan conectando con las inquietudes de la gente.

De modo que no solo la creación literaria es un hecho histórico y social. También la recepción de las obras literarias lo es. Este hecho sobre el que se insiste en las facultades de filología pasa, sin embargo, de puntillas por los libros de literatura de enseñanzas medias (es decir, secundaria obligatoria y bachillerato). Incluso el currículo lo pasa por alto, al afirmar con carácter general que la literatura enseña valores, olvidando que enseña los valores de su época, que pueden ser moralmente reprochables en la época actual (piensen, por ejemplo, en el machismo de Quevedo, la defensa del "amiguismo" y la corrupción política como ideal moral en don Juan Manuel, o el racismo en Lope de Rueda).

Un clásico que, por lo esclarecedor que resulta, debería incluirse en todos los manuales de literatura es un articulito escrito en los años sesenta por la antropóloga Laura Bohannan, Shakespeare en la selva. Cuando lleva unos días aislada en época de lluvias en un pueblecito Tiv (en lo que hoy es el este de Nigeria), sus vecinos, que la han visto mirando "papeles" que según ella son "historias de sus antepasados", le piden que les cuente una de esas historias. Y ella hace un esfuerzo por adaptar a su lengua y cultura la historia de Hamlet.

En su intento encuentra varios obstáculos: Los nativos no creen en fantasmas, sino, por un lado, en muertos zombis tangibles y, por otro, en presagios enviados por brujos. Tampoco consideran censurable que la reina se case con su cuñado inmediatamente después de enviudar; es más, creen que es recomendable que lo haga. No son las dudas y la inacción lo que ven reprochable en Hamlet, sino su desconfianza hacia el padrastro y que quiera tomar venganza por su propia mano, en lugar de encargárselo a algún amigo de su padre. Como este hay muchos otros puntos clave de la historia de Hamlet que hacen aguas en su recepción entre los Tiv... y, sin embargo, algo debe de tener este clásico, pues la historia les gusta, aunque sacan de ella una conclusión totalmente opuesta a la que Shakespeare quería transmitir: “Alguna vez has de contarnos más historias de tu país. Nosotros, que somos ya ancianos, te instruiremos sobre su verdadero significado, de modo que cuando vuelvas a tu tierra tus mayores vean que no has estado sentada en medio de la selva, sino entre gente que sabe cosas y que te ha enseñado sabiduría.”

¿Hasta qué punto hacemos nosotros, al leer la literatura de épocas pasadas, lo que hacían los Tiv al escuchar la historia de Hamlet? Y lo que es peor, ¿hasta qué punto NO lo hacemos? ¿Qué es más legítimo: acumular erudición sobre una época para comprender lo que una obra quería decir a la luz de las creencias de su época, o usar las armas que nos da la sociedad moderna (crítica psicoanalítica, perspectiva de género, etcétera) para arrojar una luz completamente nueva a los clásicos, como hace la audiencia de Bohannan?

En antropología se suelen distinguir dos enfoques, las perspectivas "emic" (local: la cultura X analizada en sus propios parámetros) y "etic" (universalista: la cultura X analizada según parámetros universales). Pero en realidad, el caso de Bohannan nos indica que falta una tercera perspectiva que se suele confundir con la "etic": algo que quizá podríamos llamar "meta-emic" o "emic2" (la cultura X analizada en parámetros de la cultura Y).

En literatura, a menudo me he debatido entre esas dos tendencias emic y "emic2". Así, por ejemplo, puedo leer La Colmena y pensar que, en parámetros de la España de los años 50, es toda una novedad. Pero, si veo este libro desde una perspectiva universal, es una pobre imitación de Manhattan Transfer (sin embargo, Dos Passos no se llevó el Nobel). Puedo leer novelas "experimentalistas" españolas de los años 60, y su experimentalismo me parecerá tímido al compararlas con novelas un género menor, la ciencia ficción, escritas en la misma época. Puedo leer la obra más "revolucionaria" de Jacinto Grau, El señor de Pigmalión y, puesto que desconozco muchos detalles de su contexto de creación, me parecerá muy tímida al lado de lo que escribía por la misma época Pirandello. O al revés, puedo leer a Quevedo y reírme mucho, encapsulando todo su machismo y su intolerancia en la afirmación de que aquellas cosas eran naturales en su contexto de producción.

Realmente, ninguna de estas dos formas de leer literatura es honesta. Pero es que, queridos amigos, las ciencias humanas no son honestas. Al tratar de nosotros mismos, son ciencias reflexivas cuyos datos se mueven constantemente reaccionando a los ojos del observador, y por ello carecen de la fría imparcialidad de las ciencias naturales... Eso es lo que las hace tan interesantes, ¿no creéis?

lunes, 2 de abril de 2018

Queísmo

Estoy seguro haber escuchado horribles queísmos televisión: convencido ello estoy. Eliminar ambigüedad preposiciones fuera estilo telegráfico (obsoleto twitter) necesarias. Queísmo: ultracorrección consistente eliminar preposición precediendo conjunción que. Preposición indica régimen verbal: (se convenció victoria, se acordó llegada); enlaza complemento nombre (la convicción victoria, el temor fracaso); marca complemento adjetivo (el ciclista animado su público, está confiado su victoria). Imposible parece periodistas, actores, guionistas TV torturados sintaxis niños facultad todavía desconozcan gramática. Algo estamos haciendo mal.


(El texto anterior se envió como "carta al director" a un diario español hace un par de semanas. Puesto que finalmente no se ha publicado en dicho medio, considero que puedo publicarlo en mi blog).


Edición: Informándome posteriormente, he caído en la cuenta de que originalmente el queísmo es el vulgarismo habitual y el dequeísmo es su ultracorrección. Pero creo que actualmente el queísmo funciona como la ultracorrección de una ultracorrección, ya que actualmente es más habitual oír el dequeísmo en personas de zona queísta y el queísmo en personas de zona originalmente no queísta.

viernes, 23 de marzo de 2018

Fuego con fuego

Otro esbozo para el curso de escritura de la open university. Lo redacté en español a partir de una frase absurda que había usado para probar el traductor DeepL, y luego lo traduje con el propio DeepL y linguee, con algún cambio manual. 

Dada la extraña situación de la libertad de expresión es España, la falta de humor de la gente y la escasa comprensión lectora quienes pululan por las redes buscando motivos de ofensa, he de informar que:

  1. Obviamente, el caso del que se habla al final está inspirado un caso trágico sucedido en España en los años 80 (¿alguien necesita que le diga cuál?).
  2. Este relato no pretende ser una apología de los pirómanos. Cualquiera con dos dedos de frente (si tal gente existe entre quienes eligen estudiar carreras cuyo nombre comienza por D) debería darse cuenta de la evidente ironía, presente desde la primera frase.
  3. Por supuesto, la obra es pura ficción. Que yo sepa, aquel incendio de Madrid no fue provocado, y los bomberos no se dedican a salvar pirómanos.


Después de quemar el edificio, recuerda cerrar el gas.  Esa gente tan estúpida es capaz de pensar que ha sido todo fortuito y seguir arrastrándose por el mundo con la convicción de que han ofendido a Dios, en vez de tener miedo de nosotros. No te asuste la llegada de la policía. Tómate tu tiempo, deja la radio encendida para escuchar a Charlie Parker mientras riegas con gasolina el edificio, y disfruta la experiencia, hijo. La primera vez siempre es especial. Sí, recuerdo aquella discoteca del centro de Madrid. Cómo trepaban las llamas. Cómo bailaban sobre las cortinas. Y luego, invisibles, corrieron por el aislamiento acústico del techo. Los gritos, la gente atropellándose, los bomberos casi ahogados penetrando con aquellas máscaras rudimentarias... Dos de ellos me sacaron, creyendo que me salvaban la vida, y gracias a ello he podido seguir prendiendo fuego a distintos edificios. No te dejes hechizar por las llamas, hijo. Recuerda salir a tiempo.



After burning the building, remember to turn off the gas. Those stupid people might think it was all chance and keep crawling around the world with the belief that they offended God, instead of being afraid of us. Don't fear the oncoming police. Take your time, leave the radio as you listen Charlie Parker while you water the building with gasoline, and enjoy the experience, son. The first time is always special. Yes, I remember that nightclub in Madrid downtown. How these flames climbed. How they danced on the curtains. And then, invisible, they ran through the soundproof ceiling. The screams, the people stampeding, the firemen nearly suffocated in those rudimentary masks... Two of them took me out, believing they saved my life, and because of this I was able to keep setting fire to different buildings. Don't be bewitched by the flames, son. Remember to leave on time.

Tres hombres en un flamenco v2

De nuevo dentro del curso de future learn, me piden que revise mi borredor. Vaya, en las instrucciones preliminres parecía que no hacía falta que el borrador fuera un cuento completo... para que sea un cuento, a mi borrador previo le falta acción: un desarrollo y una  conclusión. Así que, mientras lo corrijo, iré haciendo el borrador del resto del cuento....


Fue idea de Juan. Yo nunca hubiera pensado meterme en el río en aquel flotador tan llamativo. Ni siquiera en una rueda de tractor. No nado muy bien, y la posibilidad de volcar en una represa me aterra. Pero habíamos bebido, sí.
Era un viernes de junio. Llegamos al merendero de la orilla al salir del trabajo, a eso de las tres, y hacia las cinco, mirando las jarras que se acumulaban como torres vigilantes alrededor de las fuentes con restos de papas, la agüilla verdinosa de una ensalada  campera y una montaña de bigotes y cáscaras de gambas, decidimos que ya no merecía la pena ir a comer a casa. Para las siete nos daba vergüenza seguir en la misma mesa de aquella terraza en que los oficinistas iban siendo sustituidos paulatinamente por universitarios. Fuimos pidiendo la cuenta, pero la patrona insistió en invitarnos a otra ronda. Y entonces, mientras cada cual rascaba su bolsillo mirando con desolación una jarra que a esas horas suponía un reto, cruzó Pedro, el hijo de Juan, yendo con su pandilla hacia el río. Cualquier otro padre hubiera deseado esconderse bajo tierra. Pero Juan era ese tipo de adulto que necesita constantemente demostrarse que sigue siendo joven. Oh, sí, lo es. Y yo soy ese tipo de adulto que dejaría arrastrar a una guerra, con tal de no tener que pensar qué hacer al minuto siguiente. En cuanto a Manuel... Yo creo que fue su espíritu bromista el que le llevó a sugerir la idea:

—Cuando era joven, bajé una vez el río en un flotador, hasta Aranjuez...
—Pues creo que tengo una colchoneta en el garaje.
—¿Esa mierda con forma de flamenco donde dormía la siesta tu ex? Yo no me monto en eso.
—No hay huevos.
—¡A la mierda! —dije, colocando la última moneda de mi parte de la cuenta.— Trae la colchoneta, que la inflamos en un momento. Pero primero, voy a mear.

Bajé las escaleras tambaleándome, comprobé que el baño tuviera urinarios —maldita manía de pintar las puertas de colores: los hombres daltónicos no distinguimos el azul del rosa—, vacié la vejiga y me metí la cabeza bajo el chorro del grifo. Cuando subí, Juan había ido a buscar la colchoneta en su utilitario.

—Cualquier día le va a hacer soplar la guardia civil, y le va a salir cara la broma.
—Pues menos mal que tú no conduces, Pepe, porque como te hicieran soplar a ti...
—¡También es verdad!

Donde soplamos de verdad fue en las válvulas del maldito flotador, ya que a Juan no se le había ocurrido cogerlo. En nuestro estado, era un olvido comprensible. Pero después de media hora de pelear con la colchoneta, los tres estábamos bajando por fin el curso de aquel endiablado Manzanares.




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I'm writing my story in Spanish, but here is the beginning: "It was John's idea. I never though of going down the river in a purple flamingo-shaped floater, not even in a tractor tyre. I'm not good at swimming, and the risk of falling through a dam threatened me. But we had drunk. Yes, we had.

It was a friday of june and we just went to the river bar after work, at three o'clock. At five, looking at the glasses that, as watching towers, surrounded the plates of french fries, pepper salad and prawn shells, decided not to go home for lunch. At seven we were embarrassed as office workers were being slowly replaced by students. We asked for the check, but the patron paid a last round of drinks. And then Pete, the son of John, passed, going go the river with his friends.

Any other father would want to die. But John was that kind of grown-up that always needs to show he's still yound. Oh, he is. And I'm that kind of grown up that would go to war, just to avoid thinking what to do next minute. And Manuel... I guess his joker spirit moved him to say:

"When I was young, I went down the river up to Aranjuez..."
"I have a floater in my garage, indeed"
"That flamingo-shaped shit your ex used?" 

martes, 20 de marzo de 2018

En el curso de escritura creativa de la Open University en Future Learn hacen la siguiente propuesta: Comenzar con un personaje de lo primero que se vea por la tele o se oiga por la radio. 
Lo primero que he visto es un trío de hombres sobre un flamenco rosa... 


Fue idea de Juan. Yo nunca hubiera pensado meterme en el río en aquel flotador tan llamativo. Ni siquiera en una rueda de tractor. No nado muy bien, y la posibilidad de volcar en una represa me aterra. Pero habíamos bebido, sí.
Era un viernes de junio, y habíamos llegado al merendero de la orilla al salir del trabajo, a eso de las tres, y a eso de las cinco, mirando las jarras que se acumulaban como torres vigilantes alrededor de las fuentes de salchipapas, ensalada campera y cáscaras de gambas, decidimos que ya no merecía la pena ir a comer a casa. A las siete nos daba vergüenza seguir en la misma pesa de aquella terraza en que los oficinistas iban siendo sustituidos paulatinamente por universitarios. Fuimos pidiendo la cuenta, pero la patrona insistió en invitarnos a otra ronda. Y entonces fue cuando cruzó Pedro, el hijo de Juan, yendo con su pandilla hacia el río. Cualquier otro padre hubiera deseado esconderse bajo tierra. Pero Juan era ese tipo de adulto que necesita constantemente demostrarse que sigue siendo joven. Oh, sí, lo es. Y yo soy ese tipo de adulto que dejaría arrastrar a una guerra, con tal de no tener que pensar qué hacer al minuto siguiente. En cuanto a Manuel... Yo creo que fue su espíritu bromista el que le llevó a sugerir la idea:

—Cuando era joven, bajé una vez el río en un flotador, hasta Aranjuez...
—Pues yo creo que tengo una colchoneta en el garaje.
—¿Esa mierda con forma de flamenco donde dormía la siesta tu ex? Yo no me monto en eso.
—No hay huevos.
—¡A la mierda! —dije, colocando la última moneda de mi parte de la cuenta.— Trae la colchoneta, que la inflamos en un momento. Pero primero, voy a mear.

Bajé las escaleras tambaleándome, comprobé que el baño tuviera urinarios —maldita manía de pintar las puertas de colores: los hombres daltónicos no distinguimos el azul del rosa—, vacié la vejiga y me metí la cabeza bajo el chorro del grifo. Cuando subí, Juan había ido a buscar la colchoneta.

—Cualquier día le va a hacer soplar la guardia civil, y le va a salir cara la broma.
—Pues menos mal que tú no conduces, Pepe, porque como te hicieran soplar a ti...
—¡También es verdad!

Después de media hora de pelear con la colchoneta, los tres estábamos bajando




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I'm writing my story in Spanish, but here is the beginning: "It was John's idea. I never though of going down the river in a purple flamingo-shaped floater, not even in a tractor tyre. I'm not good at swimming, and the risk of falling through a dam threatened me. But we had drunk. Yes, we had.

It was a friday of june and we just went to the river bar after work, at three o'clock. At five, looking at the glasses that, as watching towers, surrounded the plates of french fries, pepper salad and prawn shells, decided not to go home for lunch. At seven we were embarrassed as office workers were being slowly replaced by students. We asked for the check, but the patron paid a last round of drinks. And then Pete, the son of John, passed, going go the river with his friends.

Any other father would want to die. But John was that kind of grown-up that always needs to show he's still yound. Oh, he is. And I'm that kind of grown up that would go to war, just to avoid thinking what to do next minute. And Manuel... I guess his joker spirit moved him to say:

"When I was young, I went down the river up to Aranjuez..."
"I have a floater in my garage, indeed"
"That flamingo-shaped shit your ex used?"

viernes, 23 de febrero de 2018

Medicinas

Es unas décadas más joven;
con suave voz pregunta
y sirve las medicinas
fingiendo fragilidad en su mirada.
El otro día le compré cicuta:
Sonreía al dármela.

lunes, 15 de enero de 2018

Cerrar backdoor router RTA01N

Este septiembre, un técnico cambió mi router ADSL, que se colgaba continuamente y bloqueaba mi conexión a internet. El router de repuesto no me hizo nada de gracia, porque solo tenía un puerto RJ45 (el anterior tenía 4) y porque, desde un año antes, estaba publicado en internet un agujero de seguridad: el router tenía una puerta trasera que permitía entrar desde telnet con una contraseña que dependía del número ethernet de la red interna del router.

Lo curioso era que la clave de la puerta trasera no se podía cambiar: ni desde telnet, ni desde el interfase web del router. Eso me desesperó especialmente.

Sin embargo, ahora que estoy a punto de abandonar mi compañía telefónica (estoy a la espera del instalador), he descubierto cómo anular ese usuario del router

Lo que tenéis que hacer es lo siguiente:

  1. Entrad a la página web del router (por defecto, http://192.168.1.1)
  2. Escribid el usuario y contraseña (por defecto, 1234 y 1234)
  3. En la esquina superior derecha, donde dice "Básico/Avanzado", elegid "Avanzado"
  4. Ahora habrá aparecido una pestaña llamada "Mantenimiento" en el extremo derecho de la barra de menú. Elegidla.
  5. El menú estará abierto por la sección "actualizar". Elegid la segunda opción, "Guardar/Cargar"
  6. Aparecerá la pantalla "Copia de seguridad o recuperar configuración". Elegid el botón "Guardar..."
  7. Se descargará un archivo llamado config.img.
  8. Abrid un bloc de notas. Arrastrad dentro el archivo Config.img que estará en vuestra carpeta de descargas.
  9. En bloc de notas, elegid "Guardar como...". Guardadlo como "config-seguro.txt"
  10. Volved al texto del bloc de notas. Buscad "airocon". Aparecerá un texto como el siguiente:
    <chain N="USERNAME_PASSWORD"> <V N="FLAG" V="0x0"/> <V N="USERNAME" V="admin"/> <V N="PASSWORD" V="1A2Bairocon"/> <V N="BACKDOOR" V="0x1"/> <V N="PRIORITY" V="0x1"/> </chain>
    (donde dice 1A2B puede haber otra combinación de letras y números)
  11. Sustituye XXXXairocon por la contraseña que quieras para el backdoor (si no quieres un backdoor, podrás eliminar el usuario después).
  12. Sustituye <V N="BACKDOOR" V="0x1"/> por <V N="BACKDOOR" V="0x0"/>
    Si no lo haces, el router se negará a cambiar la contraseña o eliminar a este usuario
  13. Por último, guarda el archivo (con el nombre config-seguro.txt)
  14. Vuelve a entrar a la página web del router si la has cerrado (http://192.168.1.1), escribe la contraseña, activa el modo avanzado y realiza todos los pasos de arriba para llegar a la pantalla "Copia de seguridad o recuperar configuración"
  15. Pulsa el botón "examinar", elige el archivo que has modificado y por último pulsa el botón "Cargar"
  16. Espera 1 minuto a que el router se reinicie. Después, conéctate a telnet://192.168.1.1 —si tu ordenador no tiene instalado un cliente telnet, lo puedes instalar desde "Agregar componentes de Windows" (XP, Vista, 7) o "Funciones opcionales" (windows 10)— y comprueba que la contraseña de "admin" haya cambiado (que no sea la que aparecía en el archivo que descargaste, sino la que tú escribiste). Si la contraseña no cambió, es posible que olvidases cambiar a cero el valor "BACKDOOR" que aparece arriba.

domingo, 14 de enero de 2018

Así consiguen que piques: algunas sugerencias para las compras online...

Supongo que la web está llena de páginas con sugerencias sobre las compras online, pero hoy, viendo la página de Wish, se me ha ocurrido que es muy fácil hacer un tutorial sobre todos los problemas de las compras online a partir esa página, dado que en ella no existe manera de denunciar abusos en los anuncios (como sí existe en ebay), sino que solo se pueden denunciar estafas en los objetos comprados.

Y es que al comprar en una página de fuera de la Unión Europea tenemos que tener en cuenta que en sus legislaciones de protección al consumidor no tienen por qué estar prohibidas las informaciones engañosas, o al menos no en el mismo grado en que lo están en la Unión Europea. (Recordemos que en España, se consideran engañosas todas las informaciones que puedan inducir a error al consumidor, aunque no sean específicamente falsas).

NOTA: El objetivo de estas líneas NO ES desacreditar a Wish. Hay muchos vendedores leales y honestos en esa página web, y estoy seguro de que en otras páginas de dentro y fuera de Europa se dan las mismas prácticas desleales. Simplemente me es más fácil encontrarlas en Wish por la manera en que se estructura la lista de resultados de esta web. El servicio de atención al cliente de Wish siempre ha sido muy rápido y eficaz conmigo.

He aquí una lista de las prácticas "desleales" ante las que hay que estar alerta:

Imagen engañosa

Dado que en la lista de resultados de muchos sitios web solo se muestra la imagen, es frecuente que esta tenga un rótulo engañoso y que luego, al hacer clic en ella, veamos una descripción que contradice lo que aparece en la imagen. En España, una imagen engañosa puede ser publicidad desleal, pero no tiene por qué serlo en otros países (y, por lo que se ve, es una práctica frecuente). En la imagen que antecede a estas líneas, una caja para convertir discos internos en unidades usb se publicita con una imagen que parece ser un disco duro de 6TB. Sin embargo, al abrir la oferta vemos que solo pagamos por la caja. Leed siempre la descripción de los artículos antes de comprarlos!!

El artículo vende múltiples productos, pero solo muestra la descripción del más caro y el precio del más barato

Es otro clásico que he visto incluso en páginas como eBay. Básicamente, el vendedor ofrece varias versiones del mismo producto, y la web le permite ofrecerlas en el mismo anuncio, mostrando el producto de menor precio. Esto, que está pensado para las tallas de ropa o para productos en versión pequeña y grande, suele ser fuente de abusos. En este caso, se publicitan tarjetas MicroSD desde 64Gb desde 1€. Pero, sin embargo, la tarjeta SD que vale 1€ no es la más pequeña de las ofertadas, sino otra más pequeña aún (128 Mb, hacen falta 8 de esas para guardar 1Gb).

Una variante habitual de la misma trampa suele ser ofertar proyectores y pantallas dentro del mismo artículo. Dado que la pantalla vale entre 10 y 20 euros (es decir, 10 veces menos que el proyector más barato del mercado), es frecuente que nos vendan la pantalla como si fuera "una de las versiones" del proyector para que el anuncio aparezca en la lista de precios como un proyector de 10 euros.

Parte del precio del producto está cubierto por los gastos de envío.

Algo que me fascina de los precios de correos es que por 50 céntimos podemos enviar una carta del Ayuntamiento de Madrid a la presidencia de la comunidad en la Puerta del Sol, a unos 500 metros de distancia... y por solo el doble de esa cantidad, un chino nos puede enviar su paquete desde China.

Pero a veces el precio de envío no es tan barato; por eso, a menudo buscamos comprar varios productos del mismo vendedor para ver si la tarifa de envío baja un poquito. Es entonces cuando descubrimos cosas como esta...

Llevo meses buscando una tarjeta de menos de 1Gb para una impresora 3D que no soporta tarjetas grandes. Así que me voy a comprar la tarjeta de la página tramposa. También quisiera una tarjeta de 64 Gb. No me fío de la página tramposa, pero, ya que me van a enviar una tarjeta, que me envíen dos por el mismo precio...

Pero al llegar a los gastos de envío, descubro que no solo no me hacen descuento por enviar varios artículos, sino que enviar una tarjeta de 128 Mb, que pesará unos 50 gramos, cuesta 1 euro. Enviar una tarjeta de 64Gb, que pesa los mismos 50 gramos, cuesta 4 euros. ¿Por qué?

La respuesta: comisiones. Las páginas de compraventa que trabajan a comisión, y esa comisión no se extiende a los gastos de envío. Por eso es habitual que esos gastos estén inflados para que bajen los precios de lista. En Ebay, donde primero conocí esta práctica, se pide activamente a los consumidores que denuncien a los vendedores que incurran en esta práctica (al fin y al cabo, la gran perjudicada es la página web, que pierde comisiones). Sin embargo, sigue siendo una práctica habitual (he visto esta práctica incluso en indiegogo y sitios similares: Si te financias a través de indiegogo, ¿no crees que deberías devolverle algo a la organización en forma de comisiones?).

Precios originales inflados

Como habréis visto en las imágenes anteriores, muchos de los productos que se venden con descuento se publicitan como si el precio anterior fuera extraordinariamente alto. Evidentemente, el precio original de una tarjeta de 64Gb no puede ser el mismo que el de una tarjeta de 128Mb (o sí, pero con 8 años de distancia). ¡Los "precios originales" inflados no son solo cosa de la teletienda y el Black Friday!

Venta de imitaciones y otras estafas puras y duras

Una estafa que he visto repetidamente (pero contra la que normalmente ofrece protección el servicio de atención al cliente de la propia página web) es la venta de productos que no responden a sus especificaciones. A menudo, la gente escribe sus comentarios cuando recibe el producto, sin esperar a probarlos a fondo, lo que hace que sea posible llenar la página de comentarios positivos a pesar de vender artículos defectuosos.

En una ocasión (y con la red de protección de saber que podría conseguir un reembolso), decidí comprobar si una supuesta memoria usb de 1Tb que valía 6 euros realmente era lo que decía. Una vez recibido el producto, lo metí en mi ordenador. 1 Tera. Pero claro, como sabrá el que haya tenido cierta experiencia particionando y formateando a bajo nivel, una cosa es que el disco diga que tiene 1 tera y otra es que lo tenga de verdad. Así que, a continuación, comencé a copiar archivos del disco duro. Sin problemas. Y a continuación comparé los archivos grabados con los originales. Es una lástima que windows 10 no venga acompañado de una utilidad gráfica para comparar archivos [como sí venía windows 98], pero como llevo usando MS-DOS desde los años 90, sé usar los comandos COMP y FC. Entonces, apareció el problema. Los archivos copiados eran distintos de los originales

Es una estafa muy típica en los pendrive que se venden en internet: por eso, es recomendable comprobar la capacidad real de los pendrive siempre que compréis uno nuevo.

Espero que esta guía os haya servido a unos cuantos para ser más cautos en vuestras compras en la red.

domingo, 7 de enero de 2018

Se acaba la navidad...

Se acaba la navidad y, como todos los años, siento que no he hecho nada de provecho. He avanzado en la lectura del libro de lectura de mis alumnos, pero apenas he subido preguntas al aula virtual (tampoco ellos las han tratado de responder: el que no se consuela, es que no quiere). He logrado superar el artículo más largo de la asignatura de "Indigenismo", pero no he leído ninguno de los demás (me da una pereza inmensa leer en pantalla todo aquello que no sean tonterías). He avanzado un poco más en "Antropología de la Alimentación", pero he llegado a un punto en que el texto es extremadamente incoherente (¡Ay, Julián, esas erratillas...!). Me examino en 20 días; en menos tiempo debería examinar a mis propios alumnos y todo me da una pereza inmensa... Por otro lado han sido unas navidades extrañas, ya que a mi hermana le han ido retrasando un examen de semana en semana desde antes de navidades hasta (esperemos que sea el último cambio) la semana próxima, con el resultado de que se ha quedado sin navidades, y yo sin "compinche" que me obligase a salir de casa o a tratar de quedar con los amigos.

He pasado el tiempo leyendo cómics, comprado "tontás" en internet y tratando de hacer más "tontás" en processing. Lo único útil que he hecho ha sido conseguir hacer una copia a blu-ray de todos los discos de fotos anteriores a 2012 (menos uno que encontré demasiado tarde), pero tampoco es que sea algo extremadamente útil...

Ni escribir ficción, ni hacer esquemas o resúmenes... Así que esta tarde tocará darse el atracón, como tantas veces sucede...

Y vosotros, ¿habéis aprovechado el tiempo estas vacaciones?

Conectar dos ordenadores a un router viejo para transferir vía cable...

El ordenador de mi padre estaba ya para el arrastre: poco disco duro, un windows que ya no soportaba actualizaciones, un procesador que no admitía instalar el windows más reciente... Pero, sobre todo, una pantalla golpeada que amenazaba caerse en pedazos de un momento a otro. Después de posponerlo durante más de un año, al final se ha adquirido un nuevo ordenador. Y llega el momento de transferir archivos de uno a otro...

Soy enemigo de usar un disco duro usb para hacer ese tipo de transferencia. En primer lugar, porque los discos pueden dar también problemas y gastan espacio; en segundo lugar, porque el USB 2.0 de los ordenadores viejos tampoco es que sea muy rápido. Pero hacer la transferencia vía Wifi tampoco es que sea mano de santo: Windows, en sus primeros cálculos, suponía que la transferencia duraría 17 horas ¿Por qué? Porque la red de casa de mis padres está ocupada por varios dispositivos "inteligentes", todos saliendo del mismo router. Y aunque los dispositivos que más ancho de banda consumen usan una conexión cableada, supongo que el router estará un tanto saturado teniendo que gestionar tantas conexiones.

El único cable crossover en casa de mis padres es un viejo cable usb con adaptadores RJ45 y RJ45 crossover; pero, puesto que el viejo cable daba problemas con USB, no me fío de usarlo como cable de red. Pero tengo dos cables de red sobrantes, procedentes de los diversos cambios de router (actualmente, ya no te dan cables nuevos cuando cambian tu router —de hecho, la última vez probaron a reutilizar la fuente de alimentación de mi router antiguo— pero antes sí lo hacían). Y tengo un router antiguo de Ya.com que todavía funciona (de hecho, hace años lo usé para extender mi red Wifi, hasta que tuve que reaprovechar su transformador para otra cosa).

A primera vista parece que es todo muy sencillo. Conectar los cables de red al router antiguo y a los ordenadores y ya está. El problema es que como estuve usando el router antiguo para extender mi antigua red Wifi, el router tiene el DHCP desactivado (y yo no sé qué dirección de red le asigné). Y además no me acuerdo de su contraseña por defecto, así que tampoco puedo resetearlo.

Pero no hay problema. Si configuramos una IP fija en Windows podemos solucionar el problema

Para configurar una IP fija en Windows hay que hacer lo siguiente:

  • Ir a Panel de control\Todos los elementos de Panel de control\Conexiones de red (podéis acceder con clic en Explorador de archivos, clic derecho en Red, clic en Propiedades, Configuración del adaptador)
  • Saldrá una lista de adaptadores de red. Click derecho en el que se llame algo así como Conexión de área local (o que no mencione la palabras "inálámbrico" o "wifi")
  • Seleccionar Protocolo de internet versión 4 (TCP/IPv4).
  • Click en Propiedades.
  • Si estamos en windows 7 o superior, habrá una solapa llamada Configuración alternativa. Ahí metemos una dirección IP única en el rango 192.168.x.y, por ejemplo 192.168.100.1.
  • Si esa solapa no aparece, nos quedamos en la solapa "general", apuntamos todos los datos actuales y después marcamos Usar la siguiente dirección IP, y escribimos la dirección que aparece en el paso anterior
  • Como puerta de enlace, escribimos una dirección en el mismo rango 192.168.x.y, por ejemplo 192.168.100.2. Apuntamos esta dirección.
  • Hacemos lo mismo en el segundo ordenador, intercambiando las dos direcciones (si uno tiene IP 192.168.100.1 y puerta 192.168.100.2, el otro tiene IP 192.168.100.2 y puerta 192.168.100.1). De este modo, todo el tráfico IP de cada ordenador pasará por el otro.
  • A continuación queda lo más duro, conseguir que windows considere que ambos ordenadores pertenecen a una red privada. Cuando dos ordenadores se conectan sin router, Windows supone que pertenecen a una red "no identificada" y por tanto no permite elegir si la red es privada o pública (dado que NO conviene activar el compartir archivos para redes no públicas).
  • Teóricamente, en Windows 10 eso se puede cambiar desde Configuración\Estado de red\Cambiar propiedades de conexión" y haciendo luego clic en el nombre del adaptador. Pero, en la práctica he visto que, cuando mi ordenador estaba en dos redes (wifi privada y ethernet no identificada), no podía cambiarlo. Afortunadamente, mi firewall (ESET) permite elegir si el ajuste de red a usar es el de Windows o uno personal.
  • En Windows XP, Vista y 7, la configuración de zonas se hace desde Panel de control\Todos los elementos de Panel de control\Conexiones de red, pulsando en el icono de la casa o el banco que aparecerá según la red esté marcada como privada o pública.
  • Después de esto, podéis abrir una línea de comandos para comprobar si ambos ordenadores se "ven" en la red:
  • Ping 192.168.100.2 (desde el que tiene el número 192.168.100.1) o ping 192.168.100.1 (desde el que tiene el número 192.168.100.2).
  • Si el comando anterior ha fallado, algo habéis hecho mal, o el firewall os está bloqueando. Una vez funcione, probad el siguiente comando: nbtstat -A 192.168.100.2 y nbtstat -A 192.168.100.1 (ejecutad los dos comandos en los dos ordenadores). Si falla, es que uno de los dos firewall está bloqueando la conexión, o que no tenéis activadas las carpetas compartidas.
  • A continuación, id a la carpeta "documentos públicos" del ordenador nuevo (en Windows 10 está escondida, tendréis que escribir su nombre para encontrarla) y cread dentro una carpeta llamada "ordenador viejo". Clic derecho, "compartir", "uso compartido avanzado".
  • Clic en "compartir esta carpeta", dadle un nombre (en este ejemplo el nombre será ANTIGUO), clic "PERMISOS", clic "Cambiar". Aceptar todo
  • En caso de que uséis contraseñas en vuestros nombres de usuario, o que los nombres de usuario de ambos ordenadores sean iguales, ya está todo hecho. Si entráis sin escribir nombre de usuario o contraseña, tenéis que crear un usuario con contraseña para que pueda acceder a la carpeta compartida. (Agregar, editar o quitar otras personas => Agregar otra persona a este equipo => No tengo los datos de inicio de sesión de esa persona => Agregar un usuario sin cuenta Microsoft=>Escribe después un usuario y una contraseña); puedes eliminar a ese usuario una vez hayas hecho la copia.
  • Si en vuestro windows había un usuario sin contraseña que iniciaba sesión automáticamente, podéis usar la aplicación netplwiz para configurar un usuario sin contraseña. (Básicamente: decís a Cortana que abra netplwiz, elegís "Los usuarios deben escribir su nombre de usuario y contraseña...", después marcáis el usuario que queráis que inicie por defecto, y después desmarcáis lo de "los usuarios deben escribir...)

Creo que no me dejo nada en el tintero. Como véis es un proceso complicado, pero el hecho de tener los dos ordenadores en red permite, además, ir copiando todas esas puñetitas que uno se va encontrando después dentro de los programas y que no se pueden copiar directamente: adjuntos de correo sin guardar, favoritos del navegador, firmas electrónicas, etcétera.

Por supuesto, acordáos de dar permiso de lectura de la carpeta compartida a todos los usuarios del ordenador nuevo una vez esté hecha la copia, y después dejad de compartirla.

jueves, 4 de enero de 2018

Apagar el ordenador cuando termina una tarea.

Me encanta robocopy. Tiene sus más y sus menos, claro, pero el hecho de que a partir de XP se incluyera con windows un programa equivalente a Xcopy pero con la capacidad de seleccionar qué copiar, ejecutarse en segundo plano, e incluso hacer copias de seguridad programadas, fue un gran adelanto.

El problema es que, cuando te pones a hacer copias hay muchos tiempos muertos. Y a veces quieres dejar la última copia en ejecución pero deseas que se apague el ordenador al terminar (lo que es muy útil a altas horas de madrugada, cuando el cuerpo pide sueño). No sé por qué no se incluyó esa característica en robocopy (que, por lo demás, está pensado para ejecutarse sin supervisión), o quizá es que no la he encontrado.

Pero, de repente, al ejecutar el administrador de tareas se me ocurrió una idea. Si existiera en windows un administrador de tareas en modo consola, podría consultarlo repetidamente para saber si una tarea sigue en ejecución. Una pequeña búsqueda reveló que ese programa existe, y se llama tasklist. Así que es muy fácil hacer un programa como este para supervisar si robocopy ha terminado o no:

rem Guardar este programa como
rem apaga-al-terminar-robocopy.cmd
rem y ejecutarlo DESPUÉS de iniciar robocopy.
rem
:inicio
tasklist | find /i "robocopy" > estado_robocopy
for %%a in (estado_robocopy) do (
if %%~za.==0. goto :apaga
)
for /L %%f in (1;1;10000) do rem %%f
goto :inicio
:apaga
shutdown -s -t 200
:fin

El programa anterior hace lo siguiente:

  1. Busca la palabra "robocopy" en la lista de tareas, enviando el resultado al archivo "estado_robocopy". Se usa find /i para indicar que no ha de distinguirse entre mayúsculas y minúsculas (el nombre del proceso usa una mezcla de ambas).
  2. A continuación, comprueba el tamaño del archivo. Para obtener el tamaño de archivo, busco un archivo cuyo nombre sea estado_robocopy y devuelvo sus datos en la variable %a (aquí se usa %%a porque se ejecuta desde un script). Se compara %%~za (tamaño del archivo referenciado por %%a) con cero. Si el tamaño es cero, se salta a la etiqueta :apaga, que nos saca del bucle. Se usan los paréntesis para dividir la instrucción en dos líneas.
  3. La segunda instrucción for hace que esperemos un rato antes de volver a comprobar el tamaño de archivo. Básicamente, le decimos al ordenador que cuente hasta diez mil. Esto es importante, porque, como sucedía en Ms-DOS, en algunas versiones de Windows los archivos de intérprete de comandos hacen un uso intensivo del disco, y ese for nos libera tiempo para que robocopy pueda trabajar mientras tanto.
  4. Después del tiempo de espera, salto a la etiqueta :inicio, con lo que todo el proceso vuelve a comenzar de nuevo.
  5. A la etiqueta :apaga se llega solo en caso de que el archivo estado_robocopy tenga un tamaño cero, es decir, cuando robocopy ya no esté en la lista de tareas. Y va seguido de una instrucción shutdown -s -t 200, que apagará el equipo dejando un tiempo de gracia de 200 segundos (unos 3 minutos) por si deseamos cancelar el apagado (para ello, deberíamos abrir un intérprete de comandos y ejecutar shutdown -a)

El programa se puede adaptar para que funcione con cualquier tarea cuyo proceso desaparezca al finalizar (normalmente esto solo ocurre con tareas de consola o tareas diseñadas para poder programarse). Para ello, sustituid "robocopy" por el nombre con que la tarea en cuestión aparece en la lista de procesos del sistema (podéis consultarlo con tasklist.exe o con el administrador de tareas, llamado "taskman" o "taskmgr" según la versión de Windows). Aseguráos también de que en vuestro ordenador exista el comando "tasklist".

Y ahora ya podéis dejar la SD de vuestro móvil copiándose en un blu-ray de 50 gigas mientras os vais a dormir...



Podéis leer mis scripts para la línea de comandos en doc.apagada.com

miércoles, 3 de enero de 2018

Cifras, cifras y más cifras.

A los periodistas les encanta mostrar cifras, quizá porque estamos obsesionados con la objetividad. Pero las cifras solo son comprensibles en contexto.

Los últimos meses ha habido varios ejemplos, pero les he perdido el rastro. Hoy La Razón titulo así su artículo sobre la digitalización del archivo del museo del Prado: "El marco de las 2900 pesetas". Y en efecto, eso costó, según detalla la signatura Caja : 268 / Legajo: 34.12 / Nº Exp: 2 del Archivo del Museo del Prado. Pero este titular oculta un hecho esencial que no nos da la cifra cruda: ¿qué suponía, en 1928, ese desembolso?

Porque, a diferencia de otras unidades de medida, como el gramo o o el kilojulio, las monedas no son estables. Un gramo de ayer pesa (o eso esperamos) lo mismo que un gramo de hoy. Mientras que una peseta de ayer no vale lo mismo que una peseta de ayer, entre otras cosas porque la peseta no existe. Y aunque existiera, la conversión sería engañosa: no podemos decir el marco costó 17,42 euros, porque si hoy no existen pesetas, ayer tampoco existían euros.

¿Cuánto suponía en 1928 el desembolso de 2900 pesetas? Podríamos calcularlo en base al precio del pan o al precio del cubata. Pero la inflación varía de mercancía en mercancía, (y también lo hace el cálculo de la inflación), por lo que creo que la mejor medida para comparar no es la inflación, sino el salario.

Para averiguarlo, nada mejor que bucear entre los propios presupuestos económicos del museo, que también están digitalizados. Mi intención inicial era comparar el salario del director de la época con el de hoy, y a través de ese dato comparar un precio y el otro. Pero, lamentablemente, el último presupuesto que incluye el salario del director antes de 1930 es el de 1916, en que el director cobraba 7500 pesetas (una web indicaba en 2015 que el salario de 2014 había sido de 133.097 euros, aunque en el presupuesto del Museo aparece una cantidad algo inferior destinada a toda la retribución de cargos directivos (y hay al menos dos: el Presidente del Patronato y el Director).

Puesto que no podía calcular los salarios "por arriba", decidí hacerlo "por abajo". Para los años 1916-1919 y para 1935 hay presupuestos, pero para el resto de años solo hay informes de cuentas trimestrales, que indican salarios por días trabajados, no cuadran con los presupuestos (el salario anual del restaurador es diez veces el del ordenanza en los presupuestos, pero es igual en las cuentas, cambiando solo el número de días trabajados) y nunca están completos (casi todos los años faltan el segundo y tercer trimestre). Para 1920 (catalogado en 1919) aparece un proyecto de presupuesto de personal subalterno un poco extraño porque los precios están inflados veinte veces sobre los del año anterior (se prevé que un ordenanza cobre 5000 pesetas en lugar de 240, y lo más chocante es que el restaurador, primer sueldo entre los no directivos, sigue cobrando lo mismo que el año anterior, es decir, menos que el ordenanza). En 1935, el sueldo del ordenanza es de 2200 pesetas. Una interpolación lineal nos llevaría a suponer que en 1925 el salario eran entre 1477 pesetas (interpolando entre 1925 y 1916) y 1392 pesetas (interpolando entre 1925 y 1916). Pero en realidad, en 1935 los sueldos de la administración pública sufrían un recorte (es la razón de que esté guardado ESE presupuesto). Ese recorte consistía en una bajada de un 10% en el salario base y del 50% en los complementos ("gratificaciones"). Por lo que podemos suponer que el sueldo de 1934 era, al menos, 2444 pesetas, lo que modifica nuestra interpolación, llevándola al intervalo entre 1709 y 1617 pesetas. En cualquier caso, tenemos que el marco costó más que el salario anual de un ordenanza.

Teniendo en cuenta que el salario anual de un ordenanza hoy día son 11.035 euros (contando salario base grupo E y complemento destino grupo 10; excluida antigüedad y horas extra; actualmente corresponde al nivel más bajo de la Administración, pero en 1925 el ordenanza del museo tenía por debajo al viceconserje y a todos los celadores), y teniendo en cuenta todas las interpolaciones, podríamos decir que el marco costó entre 1,69 (interpolación más optimista: 1709 pesetas) y 2,08 veces (interpolación más pesimista: 1392 pesetas) el salario de un ordenanza, lo que hoy equivaldría a entre 22900 y 18000 euros. Una bagatela.