lunes, 27 de abril de 2009

Qué fácil es actualizar los datos en el censo electoral!!!

La Ü con diéresis te está mirando
En televisión parece muy fácil: actualizar cualquier dato del censo electoral está chupado, hombre. No sé por qué te preocupas. Venga, ve, consulta tus datos, y actualízalos sobre la marcha.

Facilísimo, ¿verdad? Pues no lo es, en absoluto.

Empezando por los plazos. La campaña informativa sobre la necesidad de actualizar los datos ha comenzado la semana del 20; la del 13, como sumo. ¿Y cuál es el plazo? Ocho días, ocho. Sí, sí, como los ocho días "de oro" del corte inglés, sólo que aquí son ocho de verdad, no quince. Además, como la ley electoral sigue sus propios cauces (no forma parte del procedimiento administrativo común), no se pueden realizar los trámites por correo.

Bueno, siempre está la actualización electrónica. Recuerdo que en las elecciones pasadas había algo así como una reclamación electrónica en la página del ayuntamiento.... Pues NO, ya no la hay. Ni tampoco existe ya la posibilidad de cambiar los datos del padrón por internet. Eso último desapareció poco después de que yo, agobiado por los infinitos trámites de mi empadronamiento y cambio de domicilio fiscal, decidiera solicitar un certificado de firma electrónica. Sospecho que la desparición está relacionada con una reclamación, poco posterior, en que expuse al ayuntamiento que la página de cambio de datos no funcionaba ni por H ni por B, pues necesitaba incorporar el certificado al navegador y a java, y aun así tenía problemas... quizá debidos a la diéresis de mi apellido.

Porque ahí está el intríngulis. Mi apellido tiene una diéresis que sólo se refleja, por casualidad, en el DNI. Cuando obtuve mi primer DNI "informatizado" (es decir, la primera serie editada por la FNMT, esa que todavía llevaba la fotografía escaneada en blanco y negro), la oficial que me atendió encontró por casualidad la diéresis de su ordenador, Símbolo que, en Abril de 1999, todavía no habían descubierto los informáticos que elaboran el programa PADRE de hacienda. Como esa diéresis siempre es motivo de susceptibilidades cuando presento el DNI para votar, decidí cambiar mis datos del Censo electoral allá por las antepenúltimas elecciones autonómicas (aquellas que Esperanza Aguirre ganó de penalti injusto en la prórroga, dos tránsfugas a cero).
Por aquel entonces ya hacía AÑOS que existían el estándar UTF-8 y su antecesor, el ISO-8859-1. Es más, creo que quien nos atendió a mi hermana y a mi en el ayuntamiento ya utilizaba un Windows 98 o incluso posterior. Sin embargo, escribir la diéresis se convirtió en un imposible: el sistema (que ya estaba basado en WEB, la misma web que soporta &Uacute [Ú], y por el que alguna empresa privada habria obtenido pingües beneficios) no la soportaba.

Así que cuando me domicilié en Carabanchel decidí probar suerte de nuevo. No recuerdo si tuve que luchar contra la aplicación Web, o si coloqué la diéresis pero el administrativo no la trasladó a la base de datos (tendré que obtener esa información esta tarde de mis padres, cuando les llame, pues en su casa está el resguardo). El caso es que me quedé sin la diéresis.

En las primeras elecciones en que voté en este domicilio (creo recordar que fueron las últimas generales) no me molesté en cambiar los datos, pues alguien cercano lo había intentado y no había podido. Pero, después de comprobar el verano pasado que la soportaban hasta en la Seguridad Social (entidad que seguro que usa mainframes tan antiguos como en Hacienda), decidí intentarlo.

Así que el domingo observé con horror que:
  • Mi inscripción seguía apareciendo sin diéresis

  • El plazo para corregirla terminaba hoy

  • A diferencia de ocasiones anteriores, ahora era imposible corregirla por internet

  • Para corregirla había que pedir cita previa, y aparentemente estaban dadas ya todas las citas de hoy en las oficinas municipales de mi casa y de casa de mis padres


Aun así, hoy he decidido colarme: he dejado el arroz acabando de cocinarse en la olla con el hornillo apagado, y he ido a "hacer tiempo" a la oficina municipal de atención al ciudadano (que, todo hay que decirlo, está al lado de mi casa). Después de aguardar un rato, durante el cual he gozado observando al personal (igual que otros habrán gozado viéndome a mí, todo hay que decirlo), me ha atendido una amable señorita que, ante mi consulta:

—Verá, quiero cambiar mis datos del censo electoral, no es el domicilio ni nada, sólo una diéresis que aparece en mi apellido.

Ha consultado a su compañero, que le ha confirmado que para ello hay que, primero, volver a empadronarse (trámite éste para el que siempre hay largas colas en Madrid), y que, aunque podían darme hora para el padrón, no podían modificar mis datos para estas elecciones...

Así que le he dicho que no, gracias, que ya me empadronaría en verano, cuando tengo tiempo para ese tipo de cosas... No he podido callarme una observación:

—Claro, pero, si hace cuatro años, cuando tenía tiempo para empadronarme, hubiérais puesto las diéresis...

Obviamente, me he callado que el estándar UTF-8 no es de "hace cuatro años", sino de hace quince, y que el 8859-1 es de hace veinte años...

Lo siento, pero es que me dan ganas de colgar retroactivamente a todos los ministros de ciencia y tecnología y equivalentes, y a los responsables del Instituto Nacional de Estadística... Y a todos aquellos que, mientras defendían con uñas y dientes la eñe, se olvidaban de la diéresis y los acentos... Porque no me vale que los admitan ahora.

Y, por cierto, si para modificar un detalle del censo electoral que ESTÁ CORRECTAMENTE REFLEJADO EN MI DNI tengo que pedir hora para empadronarme... ¿Por qué sólo dan un plazo de 8 días para las reclamaciones?

ESPAÑA NO ES UNA EÑE

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te comprendo perfectamente...

Precisamente he encontrado este post cuando estaba investigando si había alguna forma de cambiar los datos del censo por vía telemática (si, me gusta fantasear...).

Sólo quería decirte que yo soy uno de los damnificados por tener una "ñ" en el apellido. Te aseguro que a fecha de hoy, tener una ñ en el apellido puede ser tan problemático como tener una diéresis.

¡Cuántas veces he tenido que investigar por mi cuenta y luchar contra el funcionariado para obtener mi consulta en la seguridad social! Y, curiosamente... la culpa siempre es "del ordenador"...